martes, 4 de agosto de 2009

Astillero


Telediputados

Reparar “daños” a televisoras

Asalto (electrónico) del poder

Julio Hernández López
INSTITUTO CULTURAL CABAÑAS, SEDE DE LA REUNIÓN DE JEFES DE ESTADO. Desde la mañana de ayer nadie puede pasar al Instituto Cultural Cabañas, de Guadalajara, ni a la plazoleta, ya que el próximo domingo ahí se celebrará la reunión de jefes de Estado de América del NorteFoto Notimex
En la próxima cámara de diputados habrá una bancada específicamente dedicada a defender los intereses del duopolio televisivo. A través de los servicios mercenarios del partido que se hace llamar verde y ecologista, Televisa y Televisión Azteca tendrán representantes corporativos cuya misión será frenar toda iniciativa de reforma legal que incomode a los gerentes de la conciencia colectiva manipulable y componer las hechuras de la legislatura saliente que consideren lesivas. A esa maniobra clara de toma parcial y provisional del poder político mediante los canales de paga del PVEM (partido pay per view) se suman los haberes conseguidos en las frecuencias del PRI (televisión abierta, con financiamiento público) por usuarios de la más alta tecnología de defraudación electoral múltiple que al mismo tiempo son producto de especialísima comercialización en esas mismas pantallas. Es decir, a las ventas específicas realizadas por el Niño Verde deberán sumarse, en su momento, los diputados comprometidos con el Niño Tricolor del Estado de México y con la aspirante tlaxcalteca a la presidencia de la República.

Desde luego, la pretensión inmediata (congénita, obligada) de la bancada del Pártele (el Partido de la Tele) es la revisión y enmienda de todo aquello que ha generado airado enojo de los patrones Azcárraga y Salinas (Pliego), es decir, las reformas legales que impidieron esta vez, en los comicios recién pasados, la realización directa de la venta de propaganda partidista (aunque, claro, habilidosos que son, los comercializadores televisivos encontraron formas indirectas de burlar la ley). Lo hecho hasta ahora en el Senado (con todo y los retrocesos y las indefiniciones en algunos puntos) tratará de ser revertido desde San Lázaro, aunque en el recinto de Xicoténcatl se asegura que el artículo 41 de la constitución quedará tal cual, sin un solo cambio en su redacción, aunque, desde luego, se pueden dar zurcidos y parches en los aspectos secundarios, en lo reglamentario. Hasta ahora, el poder de las pantallas había defendido sus intereses a través de ciertos líderes acomedidos de las bancadas dominantes de las cámaras (caso emblemático es el diputado Emilio Gamboa XHTV), en una especie de pacto no escrito en el que cada una de las partes secretamente contratantes se comprometía a cumplir con sus obligaciones sin que la otra interviniera directamente: las televisoras no participaban en el proceso legislativo ni los diputados y senadores se metían en el manejo de las televisoras. Pero Televisa y Televisión Azteca se han desesperado ante las “amenazas” de cambios o el mantenimiento de leyes que les son adversas y se han decidido a entrarle directamente al campo de la política activa. Ya se verá la fusión del poder de las cámaras, las legislativas y las de televisión, con campañas abiertas de promoción de ciertas iniciativas de leyes y de oposición a otras, utilizando las voces de los diputados a modo que compraron para mejor servirse. Los Berlusconis mexicanos ya entraron a la política mediante personeros directos. Habrá de verse el momento en que decidan pelear electoralmente la misma presidencia de la República no sólo a través de Niños de Pantalla, como el mexiquense, sino incluso directamente, construyendo y habilitando figuras alternativas que surjan de la “sociedad civil” por ellos modelada.

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