Sobre las “tomas clandestinas” de Pemex
Si no fuera porque es insultantemente dramático, podría ser un gran espectáculo cómico. Hacen como que combaten el crimen organizado” de afuera, porque no saben, no pueden, ni quieren, combatir el “crimen organizado” de adentro. O más bien, hacen como que combaten al de afuera para despistar, mientras cometen el gran asalto de adentro. Nueve mil 300 millones de pesos robados a Pemex en tomas clandestinas en sólo un año, 5 millones de barriles en sólo dos años, más lo que se acumule en la semana, se fueron en tomas clandestinas de ductos, más los millones y millones y millones que se fueron por las otras tomas clandestinas del mago Fox y sus 40 ladrones. Dondequiera que levantes un poquito el tapete está lleno de “tomas clandestinas”. Pero lo verdaderamente asombroso es que siguen allí (las tomas clandestinas y los tomadores clandestinos) y ni siquiera una sola refinería han podido construir. El gran misterio mexicano es: ¿hasta cuándo puede sobrevivir (o aguantar) un país con tanta corrupción, torpeza y cinismo?
Carlos Noriega Félix
Cuestiona bondades de la cédula de identidad ciudadana
Es risible el paso que pretende dar el gobierno federal con la cédula de identidad ciudadana (CIC). Es verdad que es un proyecto que arrancó con la CURP, Clave Única del Registro de Población, trámite que no se ha concluido simplemente porque para obtener la CURP se requiere del acta de nacimiento. El Registro Civil nació bajo el impulso de las Leyes de Reforma juaristas. Desde el siglo antepasado el Estado mexicano no ha logrado abatir el rezago con este importante documento. El rezago se estima en 10 por ciento. Más de 10 millones de mexicanos no tienen acta de nacimiento.
La pretensión de la CIC huele a todo: a actitudes policiacas y de control; a negocios y corrupción (Hildebrando debe saberlo); a “buenas intenciones” ante el tránsito de millones de migrantes centroamericanos que pasan por territorio mexicano hacia Estados Unidos. En fin, huele a todo. Pero por favor, terminen una cosa, abatan el rezago y empiecen con otra. ¡Qué plan más descabellado enmedio de una crisis que lo que requiere es ahorro!
Ezequiel Soberanes Rojas
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El artículo “Martha López y la educación pública”, de Luis Hernández Navarro (28 de julio), resume y ejemplifica la importancia de la educación pública en México, y cómo gracias a ella muchas generaciones logramos tener acceso a la cultura, al conocimiento y a la capacidad de raciocinio. Hoy más que nunca debemos defender todas las conquistas sociales como la salud y la educación pública y laica ante los intentos de privatizarlas. Debemos luchar porque los millones de Marthas López de hoy y de mañana tengan acceso a una educación que les permita una vida más digna y justa.
Bien por la colaboración.
José Antonio Guillén Vargas
Pide aprender de la historia
Parte de la tragedia del ser humano es repetir reiteradamente lo que ha ocurrido en el pasado: sin duda no aprendemos las lecciones que nos ha dejado la historia. Se refrenda, en Honduras, lo que es el acontecer cotidiano; algunos luchadores sociales son reprimidos, sólo cambian sus nombres, pero reciben las mismas vejaciones. Aquí y allá, a lo largo del continente y del mundo entero, sigue siendo atropellado quien piense, haga o crea lo que su gobierno no quiere que piense, haga o crea.
Ojalá que esos luchadores que piensan, hacen y creen no mueran por el camino de la represión. No debiera admitirse que ello ocurra. Ni nosotros permitirnos ser indiferentes.
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