viernes, 28 de agosto de 2009

En qué manos está la Educación Básica

Por Polimnia Romana
28 de Agosto, 2009 - 00:00
Transcribo intacto el primer párrafo de la presentación del libro para maestros, “reprobados”, elaborado por el yernito de Elba Esther.

"Estimadas Maestras y estimados maestros

"Hoy la escuela enfrenta nuevos desafíos. Nuestros alumnos viven una época de diversos cambios ante los cuales deben elaborar herramientas para resolver de manera práctica cómo vivir en una sociedad que demanda calidad.

"Los docentes por su parte se enfrentan al desempeño de su labor profesional a exigencias como: el uso pertinente de la información, la incorporación de las nuevas tecnologías a la enseñanza y aprendizaje, participación de manera activa y eficiente en una sociedad plural y diversa, así como la toma de decisiones con sentido crítico.

"Ante este panorama, la Reforma Integral de Educación Básica, es un Programa que en un proceso de generalización paulatino: Preescolar 2004, Secundaria 2006, Primaria 2009 (1º y 6º grados), viene a responder a estos retos. (sin comentarios)"

Mencionan la palabra “calidad” sin comprender su significado.

El maestro Antonio Padilla Arroyo, investigador mexicano, al respecto dice:

“La calidad de la educación no está en la forma de abordar el conocimiento sino en el conocimiento mismo, y un conocimiento es de calidad cuando quien lo adquiere lo pone al servicio de los demás con un sentido humanitario. El conocimiento no puede ser de calidad si se orienta a un vaciamiento social; a la renuncia a comprender la complejidad del ser humano y al compromiso ético de mitigar, por lo menos en la parte que nos corresponde, la miseria humana”.

Para los funcionarios de la SEP, designados por Gordillo en complicidad con Calderón, la calidad de la educación es que los niños salgan aptos para un oficio sin preguntarse quiénes son, de dónde vienen y hacia dónde van. Por eso quitan la historia o la remplazan por el uso de herramientas que les sirvan para integrarse cuanto antes al mercado laboral.

¿Con qué autoridad moral se atreven a reprobar maestros mediante una prueba amañada y a elaborar libros de texto sin la vigilancia y la supervisión de especialistas en cada materia?

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