sábado, 1 de agosto de 2009

Serpientes y Escaleras Salvador García Soto La “ordeña”, la vaca y el granjero tonto

En 2001, en el arranque del sexenio de Vicente Fox, el director general de Pemex, Raúl Muñoz Leos, recibió un reporte alarmante: el robo de combustibles de los ductos, pipas e instalaciones de la paraestatal se había disparado con el cambio de gobierno y alcanzaba ya cifras estratosféricas que representaban pérdidas de hasta 12 mil millones de pesos al año


La sustracción ilegal de combustibles de Pemex —gasolinas, diesel, turbosinas y recientemente hasta crudo— no es un problema reciente en la paraestatal

En 2001, en el arranque del sexenio de Vicente Fox, el director general de Pemex, Raúl Muñoz Leos, recibió un reporte alarmante: el robo de combustibles de los ductos, pipas e instalaciones de la paraestatal se había disparado con el cambio de gobierno y alcanzaba ya cifras estratosféricas que representaban pérdidas de hasta 12 mil millones de pesos al año.

Alarmado por la dimensión del problema, Muñoz Leos comenzó a ordenar medidas internas para combatirlo y desmantelar las redes de corrupción que facilitaban la extracción ilegal de los derivados petroleros. La respuesta fueron amenazas directas y de muerte al director de Pemex, que fue advertido de que “mejor no se meta porque esto le pude costar”. El funcionario fue entonces a Los Pinos y presentó a Fox un diagnóstico del monumental robo al erario. “No le muevas por ahora, vamos a ver”, fue la respuesta al director de Pemex que prefirió sobrellevar el asunto.




La sustracción ilegal de combustibles de Petróleos Mexicanos —gasolinas, diesel, turbosinas y recientemente hasta crudo— no es un problema reciente en la paraestatal. Desde que existe Pemex existe la ordeña, dicen viejos petroleros y ex funcionarios de esa empresa que incluso afirman que el fenómeno de la ordeña es algo común en todos los países con producción de petróleo y sus derivados.




En México, el robo de combustibles es realizado por mafias y redes delincuenciales y de corrupción antiguas y sofisticadas que comienzan en las entrañas de la empresa. Funcionarios de todos los niveles participan del negocio ilícito, continúa en el polémico sindicato petrolero y llega a los tentáculos del crimen organizado y el narco.




Por ejemplo, el robo de turbosina, el combustible de los aviones, es controlado por los cárteles. A través de la extracción ilegal, los narcos encuentran no sólo un combustible gratuito con el que mueven sus cargamentos hacia Norte y Sudamérica o se transportan ellos mismos, sino que evaden los controles para la operación de aeronaves en el país.




La turbosina sale de las instalaciones de Pemex para ser transportada en pipas con mecanismos que no cualquiera sabe operar. Ahí entra la colusión del sindicato petrolero, porque todos los choferes de pipas son personal sindicalizado. Los operadores son cooptados por el narco a cambio de ingresos extras, o en ocasiones los capos reclutan a choferes corridos o jubilados de la empresa.




El caso del robo de gasolina tiene otro modus operandi; bandas organizadas con contactos en las áreas de transportación de Pemex reciben información y tips de fechas y horas exactas en que el combustible será enviado por los oleoductos o de las rutas que seguirán las pipas que transportan gasolina.




Pero la corrupción y las mafias llegan hasta empresarios gasolineros que compran la gasolina robada y la venden en sus establecimientos mezclándola con la que les abastece Pemex. Una amplia red de gasolineras soporta el mercado negro, y es común que de madrugada lleguen a las gasolineras las pipas ilegales y que algunos empresarios anden apurados consiguiendo efectivo para pagar por el combustible ilícito que les deja mayores ganancias.




RESPONSABILIDAD DEL EJÉRCITO




Tan complejo es el robo de combustibles en Pemex que hasta el Ejército aparece en escena. La Gerencia de Seguridad Física es la encargada de vigilar y combatir este delito, y es un área con gran poder. El gerente de Seguridad siempre es un militar y su nombramiento se da por consulta directa del director de Pemex al secretario de la Defensa Nacional, quien propone a un general de trayectoria destacada para el cargo (el actual es el general Miguel Estrada Martínez).




La gerencia tiene un cuerpo de vigilancia formado por elementos extraídos de las Fuerzas Armadas que recorren las instalaciones y vigilanla transportación de combustibles.




En los dos años de la administración calderonista reportes internos en Pemex hablan de un incremento de hasta 20% en el volumen del combustible robado, al grado de que se reporta incluso ya la extracción ilegal de crudo, algo que no era común.




La última “ofensiva” contra las mafias del robo de combustible ocurrió en 2002 y 2003, cuando, ante la presión de Muñoz Leos, iniciaron operativos de la PFP en estaciones de almacenamiento y distribución que tuvieron apenas un efecto disuasivo e inhibieron por unas semanas el delito; pero nunca una administración de Pemex y mucho menos un presidente han decidido enfrentar en serio a esas mafias enquistadas dentro de la propia paraestatal.




Hoy que el presidente Calderón anuncia su nueva cruzada contra el robo de combustibles en Pemex —cuando hay dudas de que pueda librar la guerra contra el narco—, vale la pregunta de si esta vez el granjero tonto, el gobierno, dejará a un lado su apatía, corrupción y tibieza para enfrentar a las mafias que nos ordeñan a la vaca petrolera. ¿Va en serio Calderón o es otra estratagemas mediática?

NOTAS INDISCRETAS... Ahora que Marcelo Ebrard se decidió a hacer cambios en su gabinete “para ajustar el gobierno”, habría que ver si el jefe del GDF se anima a “ajustar” lo que pasa en su Procuraduría y particularmente en la Policía Judicial. ¿O tres secuestrados muertos en los últimos meses —Fernando Martí, Antonio Equihua y Yolanda Ceballos Coppel— en secuestros que atendía la PGJDF no le dicen nada? ¿No se da cuenta de que sus policías están en las mafias del secuestro o prefiere ignorarlo? ¿Sólo le interesan cambios cosméticos o combatir el cáncer dentro de la PGJDF?... Entre los jefes de prensa ya conocen a Pablo Marentes Martínez como “la muñeca fea”, porque, dicen, se le ve llorando por los rincones luego de que la maestra Elba Esther Gordillo lo despidió de la oficina de prensa de la Lotería Nacional… Dos visiones sobre una eventual alianza PAN-PRD chocaron ayer en Oaxaca. De un lado Andrés Manuel López Obrador declaró en tierras oaxaqueñas que “el PRI y el PAN son la misma mafia y nosotros (el PRD) no podemos aliarnos con partidos de la oligarquía que significan los mismo”. Y apenas con horas de diferencia, también desde Oaxaca, donde promueve su candidatura, César Nava decía estar dispuesto a “sentarse a dialogar con López Obrador, para afianzar una alianza opositora durante el proceso electoral de 2010, el PAN tiene la mano extendida”. Y en medio de las dos visiones, angustiado, quedo Gabino Cué… Los dados no se doblan. Escalera doble.

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