miércoles, 15 de septiembre de 2010

Campos Elíseos | Katia D' Artigues El Grito soñado • El miedo de Peña Nieto



Llegó el día del Bicentenario. Aunque en realidad no es la fecha en la que comenzamos a ser independientes hace 200 años (eso será hasta el 27 de septiembre de 2021), hoy lo festejaremos. Y lo tradicional es El Grito, sí, ese que era en la madrugada del 16, pero que Porfirio Díaz cambió para la noche del 15 porque coincidía con su cumpleaños.
Como sea, es día de El Grito. Momento para sentirnos orgullosos de ser mexicanos, de nuestra historia y de lo que hemos logrado como nación. En lugar de hacer un recuento de lo que es, hago hoy, en forma de Grito lo que, como ciudadana, me gustaría escuchar. Es excesivo, lo sé... pero si una va a imaginar, ¿qué más da hacerlo en grande?
Mexicanos... ¡Vivan todos los ciudadanos que hemos contribuido a la grandeza e independencia de México!
¡Viva nuestra independencia energética!: además de ser una potencia mundial en extracción de crudo, somos autosuficientes en producción de gasolinas. A la par estamos preparados para no depender de combustibles fósiles en el futuro no muy lejano.
Por eso: ¡Vivan nuestras diez refinerías! ¡Vivan nuestros centros de producción de energía eólica e hídrica!
¡Viva nuestro Poder Legislativo que están en permanente contacto con la ciudadanía y han sabido interpretar los nuevos sentimientos de la Nación traducidos en leyes oportunas y justas!
¡Vivan nuestros magistrados: hombres y mujeres ejemplo de rectitud y no corrupción que han logrado castigar 97.4 de cada 100 delitos, todos denunciados!
¡Vivan nuestros penales calificados como los más seguros del mundo, a prueba de fugas. Verdaderos centros de rehabilitación y readaptación social!
¡Vivan nuestros índices de Seguridad: tenemos un secuestro cada cinco años y se resuelve en 72 horas!
¡Vivan los migrantes mexicanos que tras estar durante muchos años en EU decidieron regresar a su patria a hacerla aún más grande y próspera!
¡Viva la política migratoria mexicana! Somos el principal centro de recepción de migrantes del mundo: chinos, estadounidenses, centro y sudamericanos que vienen a esta tierra generosa y fértil en pos del "sueño mexicano". Aquí hay trabajo para todos.
¡Vivan los jóvenes “Ninis” de México! Ni nos Alcanzan Ni nos superan en preparación profesional y acceso a trabajo a nivel mundial.
¡Viva nuestro sistema de Salud! Además de cobertura nacional gratuita, no hay escasez alguna de médicos, medicinas, camas...
¡Viva el campo mexicano, granero del mundo!
¡Vivan los sindicatos de México, verdaderos ejemplos de defensa de sus agremiados! Sindicatos transparentes, rendidores de cuenta, con líderes austeros.
¡Vivan nuestros investigadores y científicos! México es semillero de premios Nóbeles.
¡Viva la producción cultural de México, pilar del desarrollo nacional!
¡Vivan nuestros empresarios filántropos que decidieron, además de pagar sus impuestos, donar 30% de sus ganancias a proyectos productivos sociales, superando así a los alemanes y dejando ver a Warren Bufett y Bill Gates como unos avaros!
¡Vivan todas nuestras minorías! Toda persona en México, independientemente de su raza, nacionalidad, color de tez, preferencia sexual o discapacidad, es respetada y admirada por su contribución al país y todos sus derechos respetados, promovidos. ¡Viva la cero tolerancia a la discriminación y el reconocimiento logrado como país paraíso del respeto a Derechos Humanos!
¡Viva la Imaginación! (repetir 3 veces)
Con los votos del PRI, PV, Nueva Alianza, ¡Convergencia! y el PSD, un partido local, pasó la reforma del miedo, esa que impedirá al PRD y PAN tener a un candidato —para apostarle todos sus recursos— e intentar que el PRI pierda el Edomex, y debilite la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto.
Felicidades. Los opositores a EPN ya tienen un arma que él mismo les dio en su contra: que les tuvo miedo, que usó el poder del Ejecutivo para impulsar una reforma en el Legislativo. Y eso, oh-oh, suena al viejo PRI, a la forma autoritaria de gobernar.
El panista Ernesto Inzunza, incluso comparó al copete más codiciado de México con los ex presidentes Carlos Salinas y Gustavo Díaz Ordaz:
—La única diferencia que veo entre Díaz Ordaz y Enrique Peña es que Díaz Ordaz era feo.
Ups.
Con un abrazo solidario a las madres de los menores heridos en la guardería ABC que tienen todo el derecho a exigir atención para sus hijos y hoy están en huelga de hambre.

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