miércoles, 1 de septiembre de 2010

BAJO RESERVA

El PRI ya dejó ver que quiere más. Si estaba en duda quién asumirá la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, ahora se ha colocado en otra charola el puesto de Josefina Vázquez Mota, presidenta de la Junta de Coordinación. Va la historia. Recordará que hace unos meses el PRD daba por hecho que asumiría la presidencia de San Lázaro (las tribus hasta se pelearon por el puesto) para el periodo que inicia hoy 1 de septiembre. Después aparecieron las alianzas PRD-PAN y llegó la elección, en donde hubo resultados variopintos, pero el PRI perdió tres bastiones: Puebla, Sinaloa y Oaxaca. Beatriz Paredes, presidenta del PRI, tuvo un intercambio ríspido con el presidente Calderón, a quien culpa de organizar a los partidos contra el PRI, y ahora se supone que presenciamos la guerra fría. Los priístas movieron piezas. Activaron su mayoría en la Cámara y se cayó el acuerdo verbal de dar la Mesa Directiva al PRD. Esto mantiene a Francisco Ramírez Acuña a cargo de la presidencia por unos días. Y ya se suspendió el posicionamiento de los partidos, que tradicionalmente se hacía los primeros de septiembre, con la recepción del Informe presidencial. Así pues, ayer circuló la otra: que el PRI quiere además la Junta de Coordinación, hoy en manos de la coordinadora de los diputados panistas, Vázquez Mota. Es la guerra, decíamos ayer. Dejó de ser fría para convertirse en olla de presión calientita, con ganas de tronar.
Sentada en el presidium encabezado por el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, la comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, agachó la cabeza cuando escuchó la frase: “Habremos de renovar y echar abajo lo que no funciona, así como replantear y profundizar en nuestra actuación como política pública”, dijo el responsable de la política interior. Romero llegó tarde al acto, justo cuando hablaba el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de Gobernación, Felipe de Jesús Zamora. Trató de encontrar la mirada de Blake para saludarlo, pero no lo logró. Después llegó la frase. ¿Replantear y profundizar? ¿Razonó bien sus palabras el secretario? Porque es sabido, y no por chismes sino por voz de la misma comisionada, que a pesar de que la política migratoria de México ha traído vergüenzas internacionales, el puesto de Cecilia Romero no está para ser revisado o sometidos a dudas. Simplemente está en manos de Dios. O de su amigo Felipe Calderón. Eso lo dice ella. Está grabado.
Sabina Berman y Katia D´Artigues le preguntan si ha dado un giro en su discurso. “AMLOVE”, le llaman, porque quiere una República amorosa. Andrés Manuel López Obrador dice estar convencido de que la crisis en México no sólo tiene que ver con el mal reparto de la riqueza, sino con la pérdida de valores culturales, morales, espirituales. ¿Qué son ésos? AMLO lo explicará en Shalalá esta noche.
Apunte final: Cancún. Cuidado. Si quieren que se desplome el turismo en todo el país (sí, en todo), perdamos el control de Cancún.

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