viernes, 3 de septiembre de 2010

Mexicana, una víctima más del neoliberalismo

No. Ahora no podemos poner excusas ni pretextos. No podemos hablar de ineficacia. Tampoco que era una empresa poco rentable. Mucho menos que los salarios de los trabajadores eran excesivos, porque eso es una vil mentira: durante muchos años, Mexicana de Aviación trabajó en ese mismo esquema, y nunca hubo reporte alguno del gobierno que dijera que Mexicana era incosteable, insostenible, o cuantos argumentos falaces se inventan siempre los neoliberales.
Mexicana era la mejor empresa de aviación en México, y por mucho. Incluso, fue una de las empresas de aviación ejemplares en la aeronaútica mundial.

Y a todo eso se lo cargó, literalmente, la chingada. Pero la chingada tiene nombres: Vicente Fox, Presidente de México en 2005 (cuando la aerolínea fue vendida); Pedro Cerisola, Secretario de Comunicaciones y Transportes en ese mismo año, y Gastón Azcárraga, miembro de la oligarquía, beneficiado con una empresa que sólo tardó 4 años en hacer quebrar. ¡4 años! Deberíamos revisar si le damos el premio al empresario más ineficiente del mundo en la Historia.
Y como siempre, querían volver a aplicar la fórmula que ya les ha gustado, tanto a empresarios mexicanos como extranjeros: privatizar las ganancias, y socializar las pérdidas. Así fue con el FOBAPROA, el rescate carretero, y cuantos “rescates” ha habido en México para solucionar la ineficiencia de empresarios voraces y corruptos. Bien lo ha dicho López Obrador: llaman populismo a lo poco que se le da a la mayoría, al pueblo, pero nombran fomento o rescate a lo mucho que se les da a los empresarios.
Mexicana de Aviación no sólo representa la primer aerolínea comercial mexicana de la Historia, sino una de las primeras en el mundo. Es parte de la Historia de la Aviación, y por lo visto ahí se quedará: en la Historia, gracias a esos empresarios torpes que sólo quieren ganar sin invertir, los que quieren que la plusvalía sea al 100% gastando en lo mínimo posible en los costos.
Ahora, le han abierto las puertas de par en par a la aeronaútica trasnacional. Han sepultado, una a una, a las aerolíneas mexicanas: primero, Aerocalifornia; posteriormente, Aviacsa; y ahora, Mexicana. La política aeronaútica en México va en retroceso: estamos a punto de convertirnos, auténticamente, en un país bicicletero.
Ahora, le abrimos el mercado a American Airlines, Continental Airlines, KLM, Iberia, Japan Airlines, y todas las empresas aeronaúticas que no podían competir contra Mexicana y Aeroméxico, y que ahora sí tendrán uso irrestricto del espacio aéreo mexicano.
Sigamos aplaudiendo como focas el triunfo de Navarrete como Miss Universo (un concurso privado que en nada beneficia al país), sigamos auyando como lobos la canción del Bicentenario de Aleks Syntek, y cerremos los ojos ante la venta cínica del país que se está llevando a cabo.
¡Bonita forma de celebrar el Bicentenario! Sigan, sigan, sigan, al fin y al cabo, el circo de tres pistas continúa. Al fin y al cabo, lo que importa es celebrar cómo nos están colonizando de nuevo.

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