jueves, 23 de septiembre de 2010

TRASCENDIO

Que sólo los panistas no aplaudieron cuando el presidente del Senado, el priista Manlio Fabio Beltrones, dijo ante el pleno del Congreso General que se necesita invertir más en escuelas y en educación en lugar de “presupuestar tanto en policías”.

Y es que a los panistas les ha ido como en feria esta semana. Primero con el escándalo por el editorial de El Diario de Juárez y su secuela con la entrevista al falso César Nava. Luego se quisieron estrenar como ponemantas en la Cámara, pero los priistas se las confiscaron.

Así que ayer se aguantaron las palmas, sólo una semana después de que ellos, el PRI, el PRD y el Presidente se juraron diálogo y buena vibra.

Que, otra de corajes panistas. Unos 50 legisladores echaban chispas porque se quedaron afuera en el acto por el aniversario de su partido. Sólo estuvieron en la explanada y no pudieron ingresar al auditorio Manuel Gómez Morín, donde estaba el presidente Felipe Calderón.

No, no es su semana.

Que otro de los efectos de la muerte del ministro José de Jesús Gudiño será en lo que llaman “el ala liberal” de la Corte.

El ministro cabildeaba a favor de su colega José Ramón Cossío para conseguir la presidencia del máximo tribunal, que se renovará este 2010, tras cuatro años de gestión de Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

Que frente al reto de un grupo estudiantil de la Universidad Anáhuac, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, respondió que sí tiene “los tamaños” para asistir a la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, pero sólo si le garantizan pleno respeto. “Si no, ni loco”, señaló.

Por cierto, en la Anáhuac sí se respetan ciertos usos y costumbres, pues durante la visita de Lozano hubo acarreo y pase de lista. ¿Qué tal?

Que los primeros daños colaterales de la alianza del PAN y el PRD en el Estado de México no repercutirán, como se presume, en la persona de Enrique Peña Nieto.

Todo apunta a que los primeros damnificados por ese posible matrimonio de conveniencia serán el panista Ulises Ramírez y el perredista Horacio Duarte, quienes han sido los primeros en decir “yo” para encabezar el peculiar frente.

El blanquiazul cree que la parte más difícil es encontrar un candidato que deje satisfechos a todos, por lo que ya se barajan nombres de aspirantes ajenos a ambos partidos. Se avecina tormentón

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