viernes, 17 de septiembre de 2010

Vitral | Javier Solórzano Zínser


Nuevo montaje
Cuando fueron liberados los periodistas secuestrados en Gómez Palacio, la policía federal hizo del acto un autoelogio. Nadie puso en duda su versión, aunque resultó extraño que los hayan traído con tanta prontitud al DF para una singular conferencia de prensa. Se les estaba exponiendo, pero suponíamos que la situación estaba bajo control.

La versión oficial fue que los periodistas fueron rescatados. No se detuvo a nadie, se dijo, porque se trataba de salvarles la vida evitando una situación que saliera de control. La versión no fue cuestionada. Los periodistas no dijeron algo que pusiera en duda la versión. Los medios donde laboran se dijeron satisfechos y por razones que suponemos obvias no se volvió a hablar del tema. Se dijo, con razón, que lo importante era que estaban bien.

Alejandro Hernández Pacheco de Televisa Torreón ofrece desde El Paso otra versión. Acompañado del abogado y defensor de migrantes Carlos Spector, cuenta que no fueron liberados por la SSP. Los trajeron al DF para hablar con el Presidente, al cual, por cierto, nunca vieron, y desde que fueron liberados al grito de “¡córranle!”, no tienen seguridad alguna. Los periodistas, dice Alejandro, fueron liberados, no sin antes ser torturados por, al parecer, gente del Chapo Guzmán. Alejandro está solicitando asilo en EU. La SSP no ha negado la versión. Con fiestas o sin ellas, este asunto debiera hacer reaccionar de inmediato a las autoridades. No es la primera vez que se les acusa de montajes. El caso Florence Cassez, que está a nada de reabrirse; la detención de la Lore en el secuestro del joven Martí; y la controvertida detención de Sandra Ávila, la cual, no casualmente, coquetea a la cámara en cuanto se da cuenta de su cercanía, son pruebas de una práctica que genera dudas e incredulidad. El caso Florance Cassez es irrefutable.

¿Qué necesidad de dar una versión diferente sobre un asunto tan sensible? ¿Cuál es la versión de los medios en donde trabajan los periodistas? De nada sirve detener delincuentes si por la forma en que se hace se provoca una controversia legal que los puede dejar fuera de la cárcel.

Para terminar con presunciones de montajes: a las dudas sobre la detención de La Barbie, ¿qué necesidad de mostrar al muy hablador capo si a la mera hora todo lo que dijo no vale porque no estaba su abogado?

¡OOUUUCHCH! Se encontraron casualmente en el lobby del Marriot el astronauta José Hernández y Los Tigres del Norte. José les contó que en su adolescencia, cuando iba y venía de la pizca de algodón cerca de Stockton en California, no hacía otra cosa que escuchar a los de Sinaloa. Fue una plática inesperada y recordable. Los Tigres del Norte jamás imaginaron que algún día serían escuchados en el espacio. Son mexicanos de primera y segunda generación en EU que están dando la cara por sus orígenes.
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