Algo significará que la prensa más palera del poder ataque con tanta saña a Andrés Manuel López Obrador y defienda con pasión desenfrenada a Marcelo Ebrard Casaubón.
Algo, algo…
Un ejemplo paradigmático, Ciro Gómez Leyva. Véase el título de su columna de hoy en Milenio: “Ebrard sigue creyendo en la palabra de López Obrador”.
Fiel a su costumbre, Ciro se lanza contra el Peje:
“No creo que haya sido él, me dijo ayer Marcelo Ebrard. Reforma publicó una nota, sin fuente, que daba cuenta de una reunión de Andrés Manuel López Obrador con las huestes del Morena. Les habría dicho que estará en las boletas de 2012 como candidato de un partido, de dos o de tres. Según el jefe de Gobierno del DF, lo más probable es que se tratara de una versión imprecisa e interesada esparcida por los ‘allegados’ del tabasqueño. No creo que Ebrard piense eso… Le pregunté a Marcelo qué valor le daba a la nota. Virtualmente, respondió que ninguno, porque no tendría sentido que López Obrador dijera en público que aceptaría dirimir con él la candidatura del PRD y las izquierdas en un proceso abierto, para luego salir con un cuento chino”.
Ciro cuestionó a Ebrard sobre si realmente confía en AMLO, y Marcelo respondió con una amenaza: “Sería muy costoso para él, y para mí, no respetar el acuerdo”.
Órale, Ebrard amenazando a López Obrador: “Sería muy costoso” para AMLO “no respetar el acuerdo”.
Por alguna razón esa expresión de Ebrard me recuerda a la de su mentor Manuel Camacho realizada un día antes del asesinato de Luis Donaldo Colosio, el 22 de marzo de 1994, cuando dijo que retiraba sus aspiraciones presidenciales: “No quiero ser candidato a cualquier costo”. Eso lo expresó Camacho unas 30 horas antes de que Colosio pagara un elevadísimo costo: el de su propia vida.
Creo que ya va siendo hora de que Ebrard y Camacho dejen de mencionar los costos que pagan sus rivales políticos… Digo, a no ser que insistan en seguir jugando con fuego.
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