Justo en la víspera de la visita a México de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Navi Pillay, la fragilidad de la vida en nuestro país se pone una vez más al descubierto. Aquí, cual reza la canción, “la vida no vale nada”.
Decenas de miles de muertos en los últimos cuatro años. Miles más “desaparecidos”. Tal el saldo de la fallida gestión de Felipe Calderón, quien jefatura un partido que pregona –pero no practica-- el derecho a la vida.
Hablemos hoy del asesinato de Isabel Ayala Nava, última de las esposas del mítico guerrillero Lucio Cabañas. Permítame hacerlo, además, con palabras del especialista en movimientos armados, Jorge Lofredo, cofundador del centro internacional que documenta el accionar de las guerrillas en prácticamente todo el mundo.
Para Lofredo, el asesinato de la señora Ayala Nava, devela una serie de cuestiones que es imposible soslayar:
“1. La vorágine de la represión contra el movimiento social también se ejecuta contra ‘símbolos’, como es este caso. Lucio Cabañas, su imagen y memoria, es el nexo entre ambas generaciones de grupos rebeldes de Guerrero y en todo México, más allá de las fronteras del estado de Guerrero. (El caso de Digna Ochoa, ¿se asemeja a éste?)
“2. En el contexto social de este asesinato político, los dichos de la hija cobran especial relevancia: la vida cotidiana está sumergida y dominada por gente armada donde cualquiera puede transformarse en víctima. Y aquí quizá más que en otros lugares, puede verse la connivencia de sicarios al servicio de razones políticas contrainsurgentes. La UCEZ (Unión Campesina Emiliano Zapata) calificó el asesinato de contrainsurgente —La Jornada Guerrero, 5 de julio de 2011—, donde también carga las tintas en la característica política del homicidio. (Contra los guerrilleros de hoy o como mensaje contra las iniciativas de constituir una Comisión de la Verdad que ahora mismo se está discutiendo en Guerrero.)
“3. Junto a lo anterior, vuelve a ponerse en blanco sobre negro la actividad de paramilitares en el estado de Guerrero tantas veces denunciada. Estos grupos paramilitares son quienes marcan los tiempos e implantan el miedo en el lugar.
“4. Este ataque también puede verse como una provocación a los grupos guerrilleros, en particular al ERPI (Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente) y por diversas razones:
“a) porque es el grupo con mayor presencia en la región;
“b) porque parece ser el más detectable en la zona (vale recordar que recientemente fue dado a conocer una especie periodística que señalaba la captura de un campesino miembro de ese grupo: Miguel Martínez Aguirre en Coyuca —El Sur, 25 de junio de 2011— y para abonar aún más a la cuestión debe considerarse el anterior asesinato del comandante Ramiro al que de inmediato se le quitó la máscara y se filtró su rostro muerto a la prensa, para romper el acto simbólico del rebelde encapuchado);
“c) porque sus filas, las del ERPI, se han engrosado, quizá más que otros grupos, con militantes del Partido de los Pobres (PdlP).
“¿Saldos de la guerra sucia?, ¿viejas reyertas entre ex miembros del PdlP?
“¿Decidirán emitir comunicados las actuales organizaciones político-militares?
“Difícil saberlo sin recurrir a especulaciones y al principio de sospecha, pero será muy necesario saber discernir entre las razones que se darán a conocer en los próximos días para que no se utilicen argumentaciones que no se contradigan con la verdad y que procuren desvirtuar el verdadero objetivo que se quiso alcanzar con su asesinato. Será importante, además, tener presente los motivos profundos que llevaron hasta esta situación.
“Mientras tanto una nueva muerte enluta la sociedad mexicana.
“Las palabras de su hija sobre el féretro resuenan muy fuertes: ‘¿Cuántas muertes más?’”
¿Cuántas muertes más antes de que el país estalle?
Por su experiencia en otras naciones donde también son violentados los derechos humanos, ¿lo sabrá la visitante Navi Pillay?
Índice Flamígero: Preguntó Lofredo, en entrevista a los representantes del ERPI en junio de 2009: “¿Qué ideología sustentan: marxismo, nacionalismo revolucionario, maoísmo, etc.?, ¿puede ofrecerse alguna precisión al respecto?” Y respondieron: “En tiempos en los que muchos han claudicado de una posición política precisa, nosotros aprendemos de nuestra historia y la de otros pueblos del mundo. Estudiamos y seguimos el ejemplo y ponemos atención al pensamiento de Hidalgo, Morelos y Guerrero, de Leona Vicario y de Yanga, de los guerrilleros contra las invasiones extranjeras, de los liberales honestos que criticaron la sumisión al conservadurismo de las jerarquías eclesiales. Hay mucho que aprender de los Flores Magón y sus grupos y clubes clandestinos y de comunicación combativa; de Emiliano Zapata y de Francisco Villa y sus ejércitos, se puede decir que son una fuente continua de abastecimiento estratégico, táctico y de actitud comunitaria…”
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