El gran perdedor electoral en estos momentos es el PAN. Teniendo el gobierno federal y varios gobiernos estatales, su preferencia electoral no pasa del 15% a nivel nacional. Ni la mitad de su voto duro. Esto garantiza que el PAN pierda las elecciones presidenciales en 2012 gane quien gane.
Supongamos que gana el PRI. Hasta Eruviel Ávila prometió cargos para 2012. Y el priismo de todo el país va a tener que prometer huesos a diestra y siniestra para comprar votos. De otra manera no van a poder ganar ni tener a gente que les opera repartos de despensas y otras cochinadas electorales. Para poder pagar esas facturas, van a tener que despedir a miles y miles de panistas que, de un día para otro, se van a quedar en la calle.
Pequeño detalle: como Felipe Calderón lo único que ha generado es desempleo, o empleos mal pagados (de no más de 3 salarios mínimos diarios), no tendrán donde colocarse a menos de que quieran ganar una miseria.
¿Y los microempresarios que tienen contratos con el gobierno? Digamos, por ejemplo, los que tienen imprentas y eso. También perderán su ingreso. El PRI tendrá muchas facturas que pagarle a su propia gente. No les van a seguir dando dinero.
Les queda entonces tratar de conseguir negocio en el libre mercado. Pero como el PRI pretende continuar la guerra contra el narco de Calderón, la inseguridad y la violencia continuarán, y por ende, habrá menos inversión y nula posibilidad de que crezca la economía mexicana.
Ahora supongamos que gana el Peje. También irán a la calle muchos burócratas panistas ya que AMLO establecería un riguroso programa de austeridad, reduciendo salarios y prestaciones onerosas a la alta burocracia y eliminando puestos que no son necesarios. Aunque, para su suerte, a los trabajadores de base en el gobierno federal les subirían el sueldo.
A los panistas les quedaría entonces buscar empleo en el sector privado. Ahí es donde tendrían más fortuna, ya que con AMLO se impulsaría a la economía mexicana para que la pequeña y mediana empresa pueda crecer y tenga mejores ingresos y salarios, con seguridad social además.
Tienen entonces dos opciones los panistas: arriesgarse al desempleo y al desamparo con el PRI, o encontrar un mercado libre justo y con oportunidades con AMLO.
Por eso mejor AMLO 2012.
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