sábado, 9 de julio de 2011

TRASCENDIO

Que no gustan en el círculo de Enrique Peña Nieto las expresiones de Manlio Fabio Beltrones de que antes de subirse al camión hay que preguntar adónde los lleva.

Si eso era hace unos días, cabe imaginar lo que los peñistas habrán pensado ayer que el senador Beltrones pidió no reeditar los tiempos de la cargada.

Que desencanto, por decir lo menos, era el sentimiento que prevalecía en Javier Sicilia y Emilio Álvarez Icaza, tras su visita a Monterrey para reunirse con el procurador de Justicia de Nuevo León, Adrián de la Garza.

El procurador llegó tarde a la reunión, sin importarle que sus invitados hubieran viajado cerca de mil kilómetros para verlo. Pero lo que más los molestó fue el prácticamente nulo avance en las investigaciones sobre personas muertas o desaparecidas en la entidad.

Es una combinación de indolencia, incompetencia y falta de operación, sintetizó Álvarez Icaza, a lo que el poeta Sicilia agregó: e inhumanidad.

Que cuando el presidente de Chile, Sebastián Piñera, hablaba durante el acto donde recibió de parte de su homólogo mexicano la condecoración del Águila Azteca, en el mismo sitio donde hace un par de semanas se dio el diálogo con el Movimiento por la Paz, se fue la luz…

Que no fue ésa ni la primera ni la principal contrariedad que enfrentó el mandatario chileno, ya que la comida que le ofreció el gobierno mexicano le hizo daño. El menú: guacamole con tiras de jamón tipo serrano, crema de flor de calabaza, lomo en adobo con chile pasilla y brocheta de verduras; de postre, pequeñas porciones de helado de zapote, galleta y arroz con leche. Las consecuencias se verían más tarde…

Que ahí no paró todo, ya que Piñera llegó con media hora de retraso al edificio del antiguo Ayuntamiento, donde lo esperaba el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, para condecorarlo como Huésped Distinguido… Ahí, debido a una emergencia, el presidente de Chile rompió el protocolo ya que, al descender del elevador que los condujo al primer piso, donde se realizaría la ceremonia, Piñera corrió al baño de los trabajadores del GDF, que en algunas ocasiones no tiene papel ni agua. Ebrard le dijo que en el Salón de Cabildos estaba el sanitario, pero el Ejecutivo chileno rechazó la propuesta del mandatario capitalino.

Ni modo, cuando la naturaleza llama…

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