Era obvio que el acto fallido de Josefina Vázquez Mota en el Estadio Azul tenía que ser aprovechado al máximo por sus opositores y contrincantes. En el PAN las cosas no salieron como esperaban y esta semana, en que surgirán más encuestas que, según sus cálculos y de la #OpJosefina, preveían “confirmar” la tendencia alcista de JVM para acercarse a Enrique Peña Nieto; para eso esperaban con ansias el martes 13 de marzo cuando Mitofsky diera más cifras alegres. Pero les salió el chirrión por el palito.
La #OpJosefina tropezó en el domingo estelar, con un acarreo masivo, con la presencia de MilenioTV para transmitir en vivo. Lo que el equipo de logística no calculó es que una vez más Josefina Vázquez Mota iba a refrendar su fama bien ganada de arrogante y falta de respeto para sus seguidores: empezaría tarde, a la hora que ella quisiera y como quisiera. El resultado, a la vista de todo México, los acarreados molestos salieron del Estadio Azul y ni pelaron siquiera tantito a la señora del PAN. En realidad, no fue ni creo que sea la primera vez que algo similar le ocurre. Tan sólo durante el proceso interno de selección de candidato panista, Josefina dejó plantados al menos a dos comunicadores de medios nacionales para que no fuera cuestionada sobre sus tropiezos en los “debates” ni de las acusaciones de mentirosa, realizadas por Ernesto Cordero.
Hoy Reforma y 24 Horas hacen referencia a que Roberto Gil y Gustavo Madero le renunciaron ayer mismo, además de asumir el costo político del fracaso del acto del Estadio Azul.
La crónica de 24 horas apunta que a Roberto Gil la señora del PAN le advirtió que “no se tolerará una más”. Y esto no lo dice el medio, sino alguien que me confió que tras la puerta del “cuarto de guerra” se escuchaban más que gritos. Su estrategia de control de daños no estaba resultando como esperaban: descoordinación, golpes y burlas en medios nacionales, llamadas de atención porque Ciro Gómez estaba tundiéndoles duro en su programa radiofónico y ordenando instrucciones para sus comunicadores aliados, con el fin de que no hubiera más ruido y que todos los del PAN asumieran la culpa, menos la candidata.
En redes sociales de inmediato se comenzó a operar contra Enrique Peña Nieto creando dos hastag sobre su protesta como candidato en Guanajuato: hay que desviar la atención burlándose del uso de “Teleprompter”. Fue así como de inmediato se colocaron #Teleprompter y #EPNTeleprompter.
Para la televisión se les pidió a todos que no transmitieran todo el video, que se pasaran los acercamientos al rostro de Josefina (closeups) y se destacara lo esencial del discurso. Los noticieros de AztecaTV y ForoTv de Televisa acataron la orden. Muy forzado se observó a Joaquín López Dóriga transmitiendo la nota sobre el vacío a Josefina ya en la recta final del noticiero, pero sin editorializar ni una sola palabra. Este día en El Mañanero, el payaso metido a conductor Brozo, primero se burló de Enrique Peña, luego le dio por ironizar a AMLO comparándolo con el papa Benedicto XVI, para luego pasar a darle sus llegues a Juan Marcos Gutiérrez en lugar de irse contra Josefina.
Adicionalmente, y sin saber si el caso Casez les sería útil, optarían por instruir a los medios aliados de destacar la detención de “El 85”, del cártel de los hermanos Valencia, pero claro, cuidando que no salgan a relucir los acuerdos subtérraneos de éste con los gobiernos panistas y más datos sobre la creación del operativo de “Los Matazetas”. Al menos, por un rato, servirá como distractor.
En la prensa nacional de este martes, se observó que hubo ya un jalón de orejas de parte de los operadores de medios de Enrique Peña, pues sus medios aliados destacaron en primera plana su discurso y grito de ¡YA BASTA!, tras calificar como “incapaz” a la administración que encabeza Felipe Calderón. Pero su convocatoria a un “cambio responsable y de fondo”, lanzada en el auditorio Mariano Abasolo de la ciudad de Dolores Hidalgo, pasó desapercibida porque los reflectores estaban sobre Josefina y el detalle del “Teleprompter” fue más atractivo que su crítica a Calderón y al PAN.
Para el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, el domingo fue “un día más”, a pesar de los excelentes discursos y buenas compañaís. En el acto, en el Teatro Metropólitan, y luego de la intervención de los senadores Luis Walton y Dante Delgado, en su discurso aseguró que su campaña presidencial no se va a dedicar únicamente a mensajes publicitarios, "porque no está en venta un producto, no se va a poner en venta una mercancía, éste no es un asunto publicitario, mediático” y luego, citando a Juárez, reiteró que “el triunfo de la derecha es moralmente imposible". Bien.
En los últimos dos días el activismo de AMLO ha sido muy importante: el domingo, Juan Ramón de la Fuente le brindó un amplio respaldo y este lunes con el Dr. René Drucker Colín. Ambos son figuras públicas de alto valor para los ciudadanos que esperan algo más de un candidato. Muy bien.
Sin embargo, el gran vacío que le hacen los medios, la actitud de brazos caídos de muchos de sus seguidores en redes sociales y medios alternativos, la falta de diálogo y comunicación entre quienes operan los medios y las acciones políticos, me deja la misma impresión que cuando Cuauhtémoc Cárdenas promovía su proyecto alternativo de nación en 1994 y 2000. Sin duda era el mejor de todos, el que tenía mejor equipo y mejores propuestas, pero la soberbia del equipo cercano al candidato y muchas veces la cerrazón del propio Ingeniero Cárdenas, hacían que su campaña creara la idea de que estaba estancada.
Con AMLO las cosas pueden mejorar y están a tiempo de rectificar y ajustar las tácticas para que estén de lleno en la contienda electoral, destacando más las ideas y las propuestas de gobierno que las anécdotas o respondiendo a las provocaciones de la guerra sucia.
Por ahora, el acto fallido de Josefina en el Estadio Azul ha puesto a la candidata y al PAN en su justa dimensión. Algo que ellos mismos provocaron, porque tanto equipos y seguidores de EPN como de AMLO, hasta se la estaban creyendo de que la señora era otro fenómeno publicitario del sistema.
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