La iglesia católica admitió en su publicación semanal Desde la Fe que el Papa Joseph Rátzinger, alias Benedicto XVI, podría hablar sobre temas políticos respecto a la realidad mexicana durante la misa masiva que encabezará en Guanajuato el 25 de marzo.
Además el episcopado mexicano se curó en salud, alegando que Rázinger "podrá decir una palabra hacia nuestra realidad política y social, donde tenemos puesto nuestro compromiso todos los católicos como ciudadanos. En realidad, no hay temas ajenos a las preocupaciones de la Iglesia en medio de la sociedad, y por eso no hay temas que no pueda tocar el Papa en su mensaje religioso y social".
El episcopado mintió. Sí hay temas que Rátzinger no puede tocar, particularmente los temas políticos.
No lo digo yo. Lo dice la Constitución en el último párrafo del Artículo 33:
"LOS EXTRANJEROS NO PODRAN DE NINGUNA MANERA INMISCUIRSE EN LOS ASUNTOS POLITICOS DEL PAIS."
Rátzinger no sólo es extranjero, sino que además es jefe del Estado Vaticano. Por consiguiente, no puede hablar de asuntos internos políticos de México.
De hecho, ya existe un caso de un extranjero que violó el artículo 33 Constitucional al meterse en asuntos políticos en México: José María Aznar, quien en 2006 dijo en un evento del PAN que esperaba que ganara Felipe Calderón. Hasta el gobierno de Vicente Fox tuvo que admitir que violó el 33.
Así que la iglesia católica podrá querer curarse en salud por lo que pretende hacer, pero la realidad es que lo que están confensando es que la visita de Rátzinger SÍ es política —obviamente con el objetivo de incidir en las elecciones de 2012— y sí tiene pensado Rátzinger violar las leyes mexicanas.
Por eso mejor AMLO 2012.
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