Josefina Vázquez Mota: el ser admiradora de los logros de Pinochet, otra de sus gracias

Ni como ayudarle a Josefina. Hundida en el tercer lugar de las encuestas reales, montada en el caballo de su género como única carta de distinción que se agota rápidamente, discriminadora de una de sus hijas por obesa y de sí misma por blanquearse la piel para plegarse a los racistas estándares de belleza impuestos hace siglos por los saqueadores coloniales, ahora se demuestra como una derechista hecha y derecha, admiradora de las “grandes lecciones” económicas de la dictadura del chileno Augusto Pinochet.

En el artículo titulado “Dictadura y Desarrollo” publicado hace 14 años en El Economista, Vázquez Mota reconoce que los crímenes de Pinochet “alarman”, pero también ensalza sus logros económicos, afirmando que hay “dictaduras más peligrosas” (¿?).

Supongo que para la economista y ex vendedora de cosméticos una dictadura que en total tuvo como saldo 40 mil muertos y desaparecidos en total es poquita cosa. A fin de cuentas el gobierno de Felipe Calderón lleva 60 mil muertos y “levantados” producto de la guerra contra el narco en apenas 5 años. Con esas cifras de “éxito”, los sangrientos logros de Pinochet durante dos décadas palidecen ante los “triunfos” de Calderón en menos de una tercera parte de tiempo.

¡Y pensar que algunos paleros de Josefina, como el junior de Krauze y un director imbécil de un diario que confundió a Carlos Santana con López de Santa Anna salen a defender a la señora afirmando que la discusión se debe centrar en la aportación de los “Chicago Boys” a la economía chilena! Tan cerca ellos de las defensas empantanadas de dictadores apoyados e impuestos por Washington, a quienes la Casa Blanca apoyaba en nombre de la democracia afirmando que si bien son unos hijos de perra son “nuestros hijos de perra”.

Solo en México una persona tan deleznable, de tan baja ralea y calidad moral como Josefina Vázquez Mota puede aspirar a ser presidenta. Aspirar, porque del tercer lugar no pasará (y no quedará en último tan solo por la existencia de ese bufón de apellido Quadri).

Solo en México…