miércoles, 14 de marzo de 2012

La debacle de Josefina y el ascenso de Andrés Manuel López Obrador-- JESÚS SOSA CASTRO

No es que me alegre de los fracasos de los panistas. No. Lo que irrita son sus mentiras, su arrogancia, su deshonestidad intelectual, su enorme corrupción y su inmoralidad política. En nada se parecen a los líderes que conocí en su tiempo, líderes de verdad como el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, Valentín Campa Salazar, Demetrio Vallejo y desde 15 años a Andrés Manuel López Obrador. Hay otros, muy pocos por cierto. Los demás son “líderes” de medio cachete, babosones, corruptones, ignorantones y ladrones. Los dirigentes que nos merecen respeto son los que tienen conocimiento de los problemas nacionales, que están en contacto con su pueblo, que son honorables, que no son corruptos y que luchan para bien del país y de su gente.

Por desgracia andan por ahí un montón de vivales que disque son líderes políticos y algunos hasta quieren ser presidentes de la República, Senadores, Diputados, Jefes Delegacionales y Representantes a la Asamblea Legislativa. Ojalá se hubiera elegido a otros por parte de los partidos, honestos, competitivos y no a estos chapulines buenos para nada. Si finalmente estos quedan como parece ser, seguirá la corrupción, la ineptitud, el desmadre y la impunidad que nos tienen atosigados

Por fortuna, este pueblo que tanto ha pagado con sus impuestos a esta bola de politicastros, está despertando. Los medios que viven del poder y los profesionales del chayote, como Milenio, Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín, ya no saben dónde meter la cabeza. Sus predicciones se les cayeron y su teatro se les resquebraja sin remedio. Le apostaron a la “Gallina”llamada “Josefina” y ésta recibió en el Estadio Azul, su primera derrota monumental. Ocurrió a cielo abierto, lo documentaron los periodistas, la oposición y la gente. La Señora y sus acompañantes panistas, quedaron sin posibilidad alguna de poder ocultar sus vergüenzas. Por eso Ciro entre avergonzado y medio pudoroso escribió en su columna del lunes 12 de abril “Coincidencia, insolación, hartazgo, protesta? No sé si Josefina tomó conciencia o su discurso estaba diseñado para ser inusualmente breve. Fueron apenas 16 minutos de cursilonas vaguedades, tipo “vivimos en el mejor país del mundo”, o “que sea el amor a México lo que viva en las almas”; 16 minutos de vulgaridades propagandísticas, tipo: con el PAN ya no hay censura, ni simulación ni están endeudados nuestros hijos” Dos días después, el miércoles Ciro ya cambió de chaqueta y ahora escribe “En octubre escribí, hoy lo repito, que es probable que (EPN) jamás haya profundizado en los principios ontológicos y epistemológicos, pero trae la política en la yema de los dedos. Y la información en la primera sala del cerebro. Y una carta de navegación en la mano. Faltaban entonces ocho meses y medio para la elección. Ayer restaban poco más de 100 días. Pensé aquella vez, y lo volví a pensar ayer, que parece un hombre que está viviendo gozosamente su momento. Que parecen los días felices de Peña Nieto”? Ya cambió de bando este señor? Ya abandonó a Josefina? Le pagaron más por echarse en los brazos de Pena Nieto?

Pobre Ciro, que mal lo dejó su ex candidata, la que Milenio ya casi hacía presidenta y Felipe Calderón empujaba con la jalada de que estaba a cuatro puntos de alcanzar al copetón. Los panistas y sus partidarios no solo están frustrados, no saben explicar aún cuál fue el origen y la razón de esta enorme derrota Al grado de que Miguel Ángel Rivera escribe en la Jornada el miércoles catorce, que se piensa en “el relevo de Josefina desde el más alto nivel” mientras Roberto Gil Zuarth asume públicamente la responsabilidad del fracaso y crece el rumor de la renuncia del inútil de Gustavo Madero. Este es apenas el principio de la debacle electoral de Doña Josefina. La definitiva la veremos el 1º de julio. ¡Y es que apenas viene lo bueno!

Están por empezar los debates, la presentación de los proyectos de gobierno, las políticas públicas con las que los candidatos piensan sacar al país de la severa crisis que vive. Y justo en estos puntos es donde están las debilidades de los candidatos del PAN y del PRI. Porque el discurso de Josefina ya lo definió su ex apoyador Ciro G, Leyva, un discurso insustancial, inodoro e insaboro, sin ideas y sin proyecto. El otro, si no le escriben lo que va a recitar o leer en telepronter, es incapaz de hilar dos ideas y menos en tratándose de los complejos problemas que vive la Nación. En esto radican las flaquezas de Josefina y de Pena Nieto. No tienen nada que los acredite como serios aspirantes a la presidencia de la República. Son muñecos que parió la televisión pero que al paso de los días y al empezar la confrontación de las ideas, se les cayó la imagen que falsamente cultivaron en complicidad con algunos de los medios de comunicación

En cambio, la fortaleza y el crecimiento político de la candidatura de AMLO están a la vista. Avanza firme, sereno, con un absoluto control de las cosas, está precisando proyectos, buscando soluciones, rodeándose de las mejores mujeres y hombres para gobernar. Desarrollando propuestas, pendiente del trabajo que está haciendo MORENA en la organización de la gente, en la promoción del voto y en el cuidado del mismo para evitar cualquier intento de fraude electoral como el del 2006. De manera simultánea los intelectuales, los académicos y los técnicos del más alto nivel, están enriqueciendo las propuestas que se presentarán en el Plan de Gobierno para transformar al país. Con un proyecto Nuevo de Nación, con un equipo de trabajo como el que está presentando, con los errores e incapacidades de sus oponentes, AMLO no tiene adversarios fuertes a la vista. ¡Por eso el PRIAN va a perder! El pueblo que tanto subestimaron va por un cambio verdadero y éste no lo encabezan ni el PAN ni el PRI. El líder que tiene todo lo que a los otros les falta, se llama Andrés Manuel López Obrador y con él millones de mexicanos nos estamos organizando para ganar la Presidencia de la República. ¡Se los aseguramos!.

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