El movimiento ciudadano que encabeza Enrique Alfaro en Jalisco se basa en los mismos principios que enarbola AMLO. El progreso social en base a los motores de desarrollo y explotación sustentable del petróleo, turismo y agroindustria que aporten para el auge de la educación y nutrición de calidad para el pueblo así como de la competitividad.
De hecho, el líder de México inicia su campaña en Macuspana, Tabasco, municipio de origen, el día 30, y de ahí proseguirá a Tlajomulco de Zúñiga, en Jalisco, el 31, el gran municipio conurbado de Guadalajara que con honestidad, estrategia y responsabilidad gobernó el candidato a gobernador por “Movimiento Ciudadano” Enrique Alfaro, digno representante de la coalición de izquierda en la Perla de Occidente.
Su misión es convencer a los jaliscienses para ser representados por su corriente de diputados estatales y federales con el compromiso diario de un trabajo en equipo por el bien común.
Alfaro ha probado su honorabilidad su efectividad como funcionario al servicio del Estado por ello el apoyo del pueblo íntegro e informado para gobernar Jalisco.
La compasión, la solidaridad, la vida digna, los valores cristianos son también los de la lógica que crea la armonía humana, van de acuerdo con los sentimientos de Juárez de Colosio de AMLO, d etodo lider consciente. Sin restricciones en el corazón con la auténtica intención de asignar prioridad a los desafortunados bajo un esquema económico eficaz y prolífico para todos.
Los candidatos de la coalición de la izquierda también provienen de raíces cristianas siendo parte de la mayoría. Lo que ofrecen, a diferencia del principio motivador del PRIAN ( llegar y remar cada quien para sus arcas) , es precisamente que su misión será dirigida hacia lo que sigue obstruyéndose en el mundo cristiano: la práctica de la teoría, de la poderosa enseñanza filosófica perdida entre el alboroto del consumo, entre la penuria de la supervivencia, adormecida por una imagen que ha velado el motivo único de excelsitud humana, el amor al prójimo.
La jerarquía de la Iglesia, es institución, ha sido amor y prostitución.
Pero la fe verdadera de un individuo, de una congregación, es auténtica y loable por causa de sentirse en lo más profundo la esperanza del rescate del abandonado a su suerte en un mundo cruel, el rescate eterno del que sufre.
La verdad es que como como ya otras veces se ha dicho, Jesús, un proveedor de aliento para el hermano, al ver a México hundido en la injusticia y la desigualdad, sin duda votaría por AMLO para presidente. Acá en Jalisco lo haría por Alfaro, el único liderazgo político inteligente que asentó un buen ejemplo del que se haya sabido en la era moderna de nuestro bello Estado.
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