No conformes con el errorcito que ocasionó que su candidata rindiera protesta en un estadio semivacío, ahora los panistas se lanzan contra el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, quien en su discurso de protesta osó hablar mal de los gobiernos panistas.
El vocero del blanquiazul, Juan Marcos Gutiérrez, y la diputada federal Augusta Díaz de Rivera, presentaron ayer cifras sobre la inseguridad en el Estado de México para poner en evidencia la pésima gestión de Peña Nieto, como si la gestión de Calderón tuviera algo de qué presumir.
¿Mal de muchos, consuelo de tontos?
Se les olvida que el aumento de la criminalidad en el Estado de México es proporcional a la de todo el país, y que Peña Nieto ha apoyado la estrategia de "seguridad" de Calderón, no sólo en la práctica sino que lo ha hecho público en innumerables ocasiones. Tanto, que piensa continuarla si logra ganar la Presidencia, aun cuando el Jefe del Comando Norte de Estados Unidos, Charles Jacoby, ponga en duda si se está ganando o perdiendo la guerra contra el narcotráfico en México.
Lo cierto es que llevamos más de 50 mil muertos y la violencia se sigue incrementando, lo mismo que la violación a los derechos humanos y la falta de investigación sobre los hechos y los responsables de tantísimos muertos.
La acusación del PAN sobre la ineficiencia y corrupción de Peña Nieto como gobernador del Estado de México NUNCA la van a hacer por una simple y sencilla razón: han sido solapadas por los mismos panistas que al final de cuentas representan exactamente lo mismo.
Qué curioso que a pesar de la supuesta guerra de descalificaciones entre priístas y panistas, sus candidatos sigan arriba en las encuestas. ¿No le parece extraño?, querido lector.
Y qué curioso que el candidato de las izquierdas, que realiza foros temáticos con especialistas para resolver los grandes problemas del país; conferencias en espacios educativos o con integrantes de asociaciones civiles y empresariales, siga en tercer lugar de las famosas encuestas.
Todo esto nos lleva a una conclusión: los errores garrafales y las descalificaciones y denuncias entre PRI y PAN surten un efecto contrario a la lógica elemental. Entre más se ventilan su ineptitud y su ambición de poder, por el poder mismo, la gente encuestada se aferra a ellos. Y el candidato que cuenta ya con un Proyecto de Nación definido y viable, y suma a los mejores profesionistas a su causa, se sigue quedando rezagado en el tercer lugar. Sí chucha cómo no.
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