Carlos Romero Deschamps por el PRI, Fernando Larrazábal por el PAN y Manuel Bartlett y Ana Gabriela Guevara por el Movimiento Progresista son algunas de las joyas que nos presentan como candidatos plurinominales o no para senadores y diputados. De ese tamaño es la renovación de los partidos políticos y su compromiso con la ciudadanía.
¿Qué diferencia a Romero Deschamps, quien entre otras linduras estuvo involucrado en el pemexgate, de Martín Esparza? ¿Qué clase de esquizofrenia persigue al PAN, que primero sanciona a Larrazábal y luego lo premia, lo mima, lo protege? ¿Qué tanto le deben? ¿Qué mérito tiene Bartlett para abanderar a la izquierda? ¿Su nacionalismo revolucionario? ¿Y Ana Gabriela Guevara aparte de haber sido una gran atleta, qué gran dote de política tiene? ¿Esos son los mejores cuadros de la izquierda? Cuando hay iniciativas que se discuten para eliminar a los plurinominales, ¿no es una gran cachetada a la sociedad incluir a personajes de esta calaña en las primeras posiciones de candidatos plurinominales?. Es un “me vale madre” de las dirigencias de los partidos, “yo sigo teniendo el poder de elegir a quien se me pegue la regalada gana como senador o diputado, tú ciudadano, me vales madre”.
Ya en el colmo, el PRI incluye como candidata plurinominal a senadora a Arely Gómez, hermana del vicepresidente de Televisa, Bernardo Gómez, y a Tristán Canales, ejecutivo de TV Azteca, y como diputado federal a Jorge Mendoza, vicepresidente de esta empresa. No, qué cosa. De tan patético, que es de no creerse.
A veces uno se pregunta si en realidad son tan limitados los políticos, tan negligentes como sus decisiones aparentan, o es que simplemente le apuestan a una sociedad que siempre calla y olvida. Quizá eso no sea lo peor. Lo más decepcionante es ver cómo se ciegan los simpatizantes de esos partidos. De pronto les encuentran cualidades que nunca habían visto, se olvidan de agravios y vejaciones.
¿Cómo diablos se puede entender entonces el caso de la izquierda y Bartlett? En serio, ¿el mismo tipo que participó protagónicamente en el fraude del 88, será su candidato? En pos de una unidad mal entendida, nadie cuestiona las decisiones del líder, eso es precisamente lo que más decepciona, que un partido que se dice “libre” y “progresista” lleve a la cámara alta, a quien representa lo más añejo y rancio del sistema político.
Y qué decir del PAN. Un alcalde tan o más invisible que el gobernador, que se le ha ido de las manos su principal responsabilidad, que es la de proporcionar seguridad a sus ciudadanos, incapaz de desterrar la corrupción de la policía, con un hermano vendiendo “quesos” a los casinos a cambio de protección sea premiado con fuero. De no creerse, qué indignante.
La distancia entre los políticos y la sociedad cada día es más grande, por algo son junto con la policía la institución con la menor confianza ciudadana. Pero a ellos no les preocupa, más bien, les vale madre. Aplausos.
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