sábado, 3 de marzo de 2012

Reforma miente, punto. Que no se haga la víctima el señor Junco-- FEDERICO ARREOLA

Antes de que Milenio cambiara de encuestador (desechó a uno identificado con el PRI, Gabinete de Comunicación Estratégica, y contrató otro, identificado con el PAN, GEA/ISA) escribí que este diario nacido en suelo regiomontano y su competidor Reforma, también originario de Monterrey, no publicaban encuestas electorales por las mismas dos razones:

1.- Porque a sus propietarios (Francisco González, de Milenio, y Alejandro Junco, de Reforma) no les gusta o conviene que Enrique Peña Nieto siga en primer lugar con muy buena ventaja sobre sus adversarios.

2.- Porque a Pancho González y a Alejandro Junco no les gusta o les conviene que Andrés Manuel López Obrador siga en segundo sitio en las encuestas, aunque en “empate técnico” con Josefina Vázquez Mota.

Milenio ya resolvió su problema: empezó a publicar estudios de una casa encuestadora identificada con el gobierno de Felipe Calderón (entre sus socios están un ex director del CISEN y uno de PEMEX).

GEA/ISA ya redujo, en Milenio, la ventaja de Peña Nieto sobre Vázquez Mota y hundió a López Obrador en un lejano tercer lugar.

Reforma, que no se ha animado a volver a las encuestas (espera condiciones para presentar como creíbles los bajos porcentajes que dará a AMLO y EPN), de plano decidió prestarse a la guerra sucia panista.

El diario de Alejandro Junco difundió un supuesto documento de estrategia de la campaña de Peña Nieto en el que este propone, entre otras cosas, hacer mejores telenovelas.

Desde luego, es escandaloso que un candidato presidencial proponga hacer telenovelas de calidad. Pero…

… Pero el PRI y la campaña de EPN ya aclararon que el documento es falso, que ellos no lo conocen ni lo reconocen.

¿Qué hizo Reforma para aclarar a sus lectores que mintió al dar a conocer documentos falsificados? ¡Simplemente hacerse la víctima de ataques de los tuiteros que simpatizan con el PRI!

Los periodistas al servicio de Alejandro Junco ni siquiera se tomaron la molestia de tratar de justificar que el documento que a ellos les entregaron parecía verdadero por tales o cuales razones.

Lo único que hicieron fue publicar que el PRI ¡ataca a Reforma en Twitter!

Cito a Reforma:

“En las redes sociales, con el mismo mensaje, como si se tratara de un ‘copy-paste’ e incluso las mismas faltas ortográficas, varios ‘usuarios’ de Twitter criticaron la publicación con el hashtag #ReformaMiente acompañada de guiones bajos, algo atípico, pues son signos que no son reconocibles para hacer búsquedas en Twitter.

“Los usuarios @HectorPeralta9, @Jose_ManuelHdz, @MarioGutsa y @Carlos_Calderas, por ejemplo, tuitearon al mismo tiempo: ‘Como creerle a @REFORMACOM si no verifica la información que pública (sic) ? _#ReformaMiente_’. Esos usuarios enviaron desde sus cuentas de Twitter por lo menos 20 mensajes idénticos, cada uno de ellos publicado aproximadamente a la misma hora, y todos con la etiqueta #ReformaMiente.

“El grupo de usuarios @efirot1, @monzon_cecilia, @alfaguilera @cidodin, @CDE_PRI Durango, @RulesBenitez también envió el mensaje idéntico: ‘Hoy Reforma miente, en lo que lamentablemente pareciera una estrategia de desprestigio en contra de @EPN #ReformaMiente’.

“De las cuentas @Carlos_Calderas, @HomeroSantiago y @ MarcosFuentes se enviaron también al menos 30 mensajes idénticos, conteniendo la etiqueta de ataque al diario con los guiones bajos incluidos. Estos mensajes fueron tuiteados a horas casi exactas”.

El nuevo periodismo mexicano. Reforma, en vez de admitir un error –que si se hubiera presentado en cualquier diario le habría costado el empleo a algún editor o reportero–, ¡pretende hacerse la víctima de una campaña de desprestigio orquestada desde la mafia del poder priista!

Lo peor es que los ciudadanos que no simpatizan con el PRI, esto es, los que prefieren al PAN o a la izquierda, justifican las mentiras difundidas por Reforma, y con toda seguridad diseñadas por el publicista de Vázquez Mota, el español Antonio Solá, con el argumento de que qué bueno, que se chinguen los priistas.

En 2006 la misma estrategia se usó contra AMLO, y muchos la aplaudieron, sobre todo los priistas, porque les convenía o les daba gusto ver en problemas al tabasqueño.

Es cursi y, sobre todo, un recurso muy manido citar lo siguiente, pero vale la pena hacerlo (es el famoso poema antes atribuido a Bertolt Brecht y ahora a no sé quién):

“Cuando los Nazis vinieron por los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron por los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron por los judíos, no protesté, porque yo no era judío. Cuando vinieron por mí, no había nadie más que pudiera protestar”.

Cuando llegue el próximo gran golpe bajo a López Obrador, que seguramente será otra encuesta cuchareada publicada en cualquier medio, se entenderá mejor lo que está pasando.

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