Aún no ha terminado la veda electoral y queda claro que la candidatura abortiva de la ex vendedora de cosméticos Josefina Vázquez Mota terminó antes de siquiera comenzar.
Ni las encuestas cuchareadas de tipos corruptos como Roy Campos, ni los acarreados, ni el blanqueo de piel para agradar a los acomplejados, lograron posicionar a la candidata, cuya fragilidad emocional e intelectual es más que evidente, como “segundo lugar” tras de Enrique Peña Nieto.
Luego entonces, la pelea será entre Andrés Manuel y el resto, liderados por Peña Nieto. Entre las fuerzas progresistas y la derecha entreguista y corrupta de siempre.
Sin embargo, no basta con el apoyo moral (los supuestos “30 millones de votos” que algunos seguidores del Peje mencionan en un arranque de optimismo) y el sufragio efectivo el 1 de julio por parte de quienes apoyan al Movimiento de Regeneración Nacional.
Se necesita contrarrestar, como en 2006, la desinformación y la guerra sucia de la derecha, que tiene a su disposición la mayoría de los medios tradicionales de comunicación. Pero ahora el adversario es el eje Televisa-PRI-Peña Nieto, un dinosaurio formidable, pero no invencible.
La buena noticia es que la derecha, en su ambición enfermiza por el poder, se hará trizas entre sus diferentes facciones (PAN y PRI) durante parte de la campaña. La mala es que a diferencia del proceso electoral pasado, la izquierda no está ganando la guerra en los medios alternativos de comunicación.
Si en 2006 la izquierda ganó la guerra mediante blogs y teléfonos celulares, en 2012 vamos rezagados en los medios sociales. Siendo sinceros, ya casi nadie lee blogs y los lectores con los que cuentan estas páginas básicamente no crecen, siguen estancados.
Fortalecer la presencia en las nueves redes y el encontrar una manera de utilizar a los millones de miembros de Morena para resguardar las elecciones de 2012 serán cosas que tendrán que organizarse a contrarreloj –y espero que no la embarre el equipo que rodea a AMLO llevando a cabo esta tarea- de aquí al 1 de julio.
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