domingo, 15 de julio de 2012

Esto no es por López Obrador-- VÍCTOR GUTIÉRREZ

Algunos limitan el origen de las protestas al simple hecho de que Andrés Manuel no ganó la presidencia, o como ellos dicen: “porque su candidato perdió”. Atribuyen a todo acto de inconformidad el tan manoseado adjetivo “pejezombie”, pero como auténticos prizombies solapan no sólo 70 años (u 82, por aquello de que nunca se fueron) de ignominia, sino también la reverenda cantidad de marranadas que han sucedido antes, durante y después de las elecciones.

Esto no es por López Obrador, es por la manera tan sucia en la que se dieron las cosas, por el descaro con el que medios como Televisa han sesgado la información a favor de sus intereses (y de “sabe” quien más), no sólo durante este proceso, sino desde sus raíces. Porque no queremos un gobierno que, apoyado en la telecracia, suelte latigazos atenuados con “spots solidarios”, si saben/recuerdan lo que quiero decir. Es por el desprecio al dinosaurio calvo que pone sus huevecillos desde las sombras.

No es por López Obrador, es por el hartazgo de tantos años de saqueo e indiferencia hacia un pueblo que pide justicia a gritos. Por un PRI que se presume nuevo cuando entre sus filas siguen habitando dinosaurios, incluso en el equipo presentado por el jovenazo Enrique Peña Nieto. Es por un partido donde, aun asumiendo su renovación, se escucha una voz defendiendo con orgullo la responsabilidad de un acto majadero de represión (de Estado), cual Díaz Ordaz.

No es por López Obrador, sino por un Felipe Calderón que no sólo reconoció entusiasmado a EPN con menos del 5% del conteo, ahora le pone en bandeja de plata la famosa ACTA, misma que podría dar pie a una grosera censura y en lo que el Partido Revolucionario Institucional es experto.

No, no es por López Obrador, es porque vivimos en un país corrupto con instituciones deficientes y corruptas. Quien no quiera verlo seguramente nunca se ha parado en el seguro social o vive en algún desconocido rincón del planeta. Analistas como Leo Zuckerman reiteran que “nos ha costado mucho trabajo y dinero mantenerlas”, como queriendo justificarlas, pero se le olvida que también les ha costado a quienes las señalan y con derecho hacen el reclamo.

Es porque nunca escuchamos a Peña Nieto pronunciarse contra la corrupción, privilegios y la entrega de nuestro patrimonio. No es pesimismo, es historia y quien no la conoce está condenado a repetirla. El perfil del tricolor nos dice que todas estas porquerías seguirán sucediendo y quizás empeoren; por eso muchos no queremos al PRI… el PRI de siempre.

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