domingo, 15 de julio de 2012

La democracia no ha llegado aún… JORGE ENRIQUE TRINIDA ORTIZ

No existe la receta perfecta para hacer de este mundo un lugar perfecto para vivir y para hacerlo mas habitable. Una opción deseable es la vía que ofrece la democracia. Sin embargo, esta no es la solución ni la formula mágica sino el medio para conseguir mejoras que beneficien a quienes se organizan en torno a ella.

Cierto es que no existe un sistema político perfecto, que la libertad y la igualdad en su estado mas puro solo son parte del discurso idealista de quienes pretenden un mundo equitativo, que la globalización difícilmente nos traerá a todos la modernidad y derribara las fronteras tanto físicas como intelectuales, que la democracia es la panacea para la pobreza, los conflictos armados y el rezago económico, que el llamado “Primer Mundo” no tiene problemas y se desarrolla en armonía, que en México la alternancia política traería por si misma la serenidad y desaparecería de inmediato los problemas sociales, económicos y políticos. Pues no la democracia no se crea desde un sillón.

Los avances serían notables siempre y cuando la actitud y aptitud que demuestren gobierno, instituciones, actores políticos, organizaciones y sociedad sea positiva y de disposición para cooperar a través del tiempo que dura este proceso.

Unos dirán, me interesa mas lo que dice Giovanni Sartori:

"Durante dos mil años, el régimen óptimo, la forma ideal, ha sido llamada res publica, república. Y decir república es muy diferente a decir democracia. Res publica es 'cosa de todos', mientras que la democracia estaba, en Aristóteles, por 'cosa de una parte' (el demos como parte pobre del todo). Y si democracia alude al 'poder de alguien' (de una parte), res publica, en cambio, alude al interés general, al bien común [...] nuestras democracias, en realidad, son democracias liberales [...] la democracia antigua fue también monolítica. Es la liberal-democracia que viene estructurada sobre la diversidad. Somos nosotros y no los griegos los que descubrimos cómo construir un orden público a través de lo múltiple y de las diferencias".

Los otros dirán, me interesa mas lo que dice Eduard Bernstein:

"Con una clase trabajadora subdesarrollada en número y cultura, el derecho general al voto puede parecer el derecho de elegir al carnicero."

La sociedad dira no me interesa, no creo en el político electo...

La sociedad votó por el PRI, principalmente por EPN, y la que no lo hizo, está a la espera del primero de diciembre para ver cómo cambiará su situación, y no política y de muchas libertades sociales, sino su nivel económico y el bienestar que tantos gobiernos Priístas nos prometieron.

La democracia no ha llegado aún, porque existen en el país casi 45 millones de mexicanos en extrema pobreza y otros tantos con un nivel educacional ínfimo, que hasta cierto punto no podrían emitir un voto razonado, porque si fuera así, este país ya hubiese sobrepasado la frontera del desarrollo y la organización política, no la que nos imponen como entes sociales, sino la que debemos de buscar para conseguir la dignidad humana a la que todos tenemos derecho.

Entonces, todavía preguntaría si realmente ha llegado la democracia en México, para quedarse, o sólo un grupo político del nuevo PRI se posicionó para conllevar a su beneficio propio a costa del sacrifico de todos los mexicanos…

Usted qué opina…

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