TRASCENDIÓ

:Que Ernesto Cordero no puede estar más contento, pues la coordinación de la bancada panista en el Senado parece ya ser suya.

No solo cuenta con el apoyo de quien fuera el coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, sino con el de la casi totalidad de los senadores electos de su partido, con quienes desayunó el martes.

:Que ni el IFE ni quienes le piden a la Fepade “acelerar sus indagatorias” habían entregado hasta ayer a este órgano de la PGR más que recortes de periódico sobre el caso Soriana y la “compra” de votos. Los impugnadores de resultados tampoco se han visto más activos a la hora de informar al Ministerio Público federal. Sus rendimientos parecen estar en el ruido mediático.

Quienes pretenden resolver la impugnación con el Código Penal se llevaron ayer una primera sorpresa: las irregularidades electorales siguen sin ser consideradas delitos “graves”. Fueron los propios partidos políticos, mediante sus representantes en el IFE y el Congreso, quienes se opusieron en 2007 a apoyar una reforma que castigara con cárcel y multas el uso de fondos privados o públicos para canjearlos por votos.

Hubiera sido tanto como abrirle la puerta al riesgo de sancionarse así mismos.

:Que Marcelo Ebrard regresó ayer a la casa de campaña de Andrés Manuel López Obrador luego de que con sus declaraciones debilitara la queja de compra de votos en que basa el candidato su acusación contra Enrique Peña Nieto. El encuentro duró solo media hora.

Por cierto, apenas el lunes el virtual gobernador electo de Tabasco, Arturo Núñez, se integró al equipo jurídico de López Obrador, con quien pasó toda la tarde revisando el recuso para la anulación de la elección presidencial, que Ricardo Monreal presentará hoy a nombre el Movimiento Progresista.

Un día después, Núñez declaró que es “imposible probar” que hubo compra de votos en los comicios federales.

:Que la investigación de la PGR en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad México por la muerte de tres agentes de la Policía Federal va a “arrojar lumbre”.

Se han revisado varios meses de videos de vigilancia de la terminal aérea en los que se ve “en situación comprometida” a un buen número de agentes federales y, además, hay indicios de que uno de ellos, herido en la balacera, fue escoltado a su casa por otros policías para que pudiera cambiarse de ropa y huir.