martes, 9 de julio de 2013

EPN, cinismo, y un  Pacto por México encarecido

EL NOLATO@Nolato2lun 8 jul 2013 21:33
  
Era fácil predecir los resultados del reciente proceso electoral en México. Algunos amigos míos saben que hice mi predicción con varios días de anticipación y que no fallé. De hecho, ayer, al iniciar la jornada y a la mitad de su desarrollo, volví a reiterar mi predicción en Twitter. Así que hay testigos que pueden dar fe de esto.
Pero créame que en esto no hay portento porque todo hombre entendido al menos en buen juicio, está en posibilidad siempre de predecir el futuro de un determinado fenómeno en base al hoy y el ayer del mismo asunto. Así que debo advertir que, si en este momento me sobran las felicitaciones por mi acierto en el caso de estas elecciones, esto no me envanece por lo anterior y porque por el desempeño eficaz de mi profesión estoy acostumbrado a las predicciones acertadas.
Mas el lector preguntará a estas alturas cuál fue mi predicción en concreto para estas elecciones. Bien, fue la siguiente: Ganará las elecciones aquel partido que compre más votos, meta más tacos, robe más urnas, suelte más porros y matones en las calles, y compre más conciencias en los medios. Y resulta que así fue porque los hechos se están consumando conforme fue anunciado con días de anticipación.
En esencia, podemos decir que en este nuevo episodio electoral de México vimos la replicación casi exacta de aquel capítulo de la elección del 2012 donde EPN fue alzado como presidente gracias al renovado poder de compra del PRI. Y digo casi exacta porque la única diferencia que medió entramabas fue que esta nueva elección fue más descarnada y brutal en sus métodos de compra o coacción. Y sospecho que este mayor cinismo era inevitable porque estaban en batalla los mismos miembros de la gran banda de corsarios. Entre gitanos...
Dejo el tema de las elecciones en sí. De hecho, no lo abordaré nunca porque es irrelevante para el análisis toda vez que los datos numéricos que surjan de ahí están viciados por principio por motivos delincuenciales evidentes. En esencia, esos datos numéricos no dan de manera alguna material para el análisis objetivo de la libre conducta de los ciudadanos; dan, sí, material abundante para realizar análisis del poder de compra de voluntades de los partidos en competencia, especialmente del PRI, el nuevo jefe de la banda de corsarios.
Lo que me interesa de todo esto es la conducta de Zambrano y Madero, presidentes del PRD y PAN, respectivamente. Es que resulta que Zambrano y Madero, al sentirse hoy arrasados por esa ola criminal electoral del PRI de la cual fueron testigos cuando la misma se dejó caer sobre AMLO en la pasada elección, se la han pasado desde ayer expresando que el Pacto por México está en riesgo ante los resultados irregulares de las elecciones de ayer. He revisado los medios y hasta ahora tal ha sido la expresión central, que va desde un ¡ olvídense del Pacto por México !, hasta el aducir que hay hipocresía del PRI.
El PRI, por su parte, en respuesta a esos reclamos, los manda a la chingada olímpicamente a entrambos con un cinismo ostensible que los desprecia al grado de la burla aduciendo que el Pacto no está en riesgo porque las dos cosas, elecciones y Pacto por México, son cosas distintas. Por supuesto que la mofa priista a los dos personajes se aprecia con claridad toda vez que hasta para el más hosco de los ciudadanos en entendederas es claro que los dos asuntos, elecciones y Pacto, no obstante ser dos cosas distintas, sí están íntimamente conectadas y son mutuamente determinantes, lo cual el PRI pasa por alto con evidente cinismo. Y tan conectadas están las dos cosas, que si no hay civilidad en los procesos electorales entre las tres partes principales de la gran banda no se puede hablar de la confianza y la fe que deben primar como fundamentos del Pacto. Y esto es verdad hasta en los pactos entre corsarios, como es el caso que nos ocupa.
La postura del PRI en este punto le deja a cualquiera que sea perspicaz el siguiente dato implícito e indeclinable: Este partido, el PRI, sabe que, pase lo que pase con estas elecciones, así sean descubiertas montañas de delitos priistas contra la nación, así las trampas contra el PAN y el PRD sean evidentes para todos, así todos tiren de coces y se tiren de las greñas en el escándalo, el PRI ganará, su triunfo será legitimado, y estos dos partidos, PAN y PRD, seguirán atados de los huevos al Pacto por México.
En efecto, el dato que se decanta de todo este cinismo del PRI  es muy simple de derivar: El PRI sabe que tiene al PRD y al PAN agarrados de los huevos. Y es desde ahí, desde ese dato, que se explica la sobrada confianza del PRI en eso de convertir estas elecciones en un circo infeliz de delitos que insultan de manera flagrante a la inteligencia y la dignidad humana y, no obstante esto, asegurar que el Pacto por México, pese a los lloridos y lamentos del PAN y el PRD, sigue vigente y seguirá vigente pésele a quien le pese.
Todo lo dicho arriba se consuma de manera teatral y estruendosa con las recientes declaraciones de EPN a este respecto. Cierto, EPN ha llamado a los candidatos y a los partidos políticos a acatar la decisión que los ciudadanos expresaron en las urnas durante la jornada electoral de ayer. Por lo demás, EPN firma su ruidosa befa llamando a los contendientes y sus seguidores a que prevalezca la civilidad - lo que no mostró ayer el PRI especialmente - y el reconocimiento a los resultados, es decir, a legitimar los delitos contra la nación con su asentimiento pacífico a los mismos.
¿Quiere mayor befa y cinismo en un solo hombre?
Créame que este episodio de befa púbica de EPN al país y a los dos líderes opositores ya nos deja ver que este hombre ya está pronto a llegar, si es que no lo ha hecho ya, al pináculo del cinismo de un Díaz Ordáz. Se trata de su inveterada y muy preocupante inclinación a despreciar la realidad en redondo - elecciones delincuenciales - pero potenciada por el poder autárquico y la soberbia. Asuntos que lo llevan a la desmesura increíble de afirmar que lo de ayer fue un acto democrático.
Ahora bien, sinceramente, no creo que el dato del que hablamos, el tener de los huevos al PAN y el PRD, se refiera propiamente a chantaje político; por lo menos no en lo esencial. En el PAN todo parece indicar que Madero ha echado en corrida a los socios de Calderón, que son quienes traen la cola colmada de mierda y son por ello blanco fácil del chantaje. El PRD Chucho, por su parte, no ha tenido ocasión de ejercer el poder y por ello está relativamente libre de chantaje. En esto último también abona la inveterada asociación entre PRD Chucho y PRI vía Manlio principalmente.
Así que todo indica que el dato multicitado que da confianza al PRI en este terreno al grado de mofarse de sus socios en las partidas electorales al interior de la cueva de los corsarios, es el siguiente: El PRI sabe que tiene de los huevos al PRD y al PAN porque sabe que tienen su precio. Y tan lo sabe, que seguramente ya hay un precio implícitamente acordado para la realización plena del Pacto por México, que no es sino un pacto de grupos de interés especializados - clase política oficialista, empresarios, medios y demás corsarios - que nada tiene que ver con los intereses de la nación y sí solamente con la utilidad personal de cada político y empresario en el enjuague.
Al final hay dos posturas en este proceso electoral que ya culmina con el teatro del escándalo: La de Zambrano y Madero que expresan que el Pacto por México está en riesgo, y la del PRI que sabe perfectamente bien que esas expresiones de sus socios opositores solo significan que el Pacto por México está en riesgo, no de continuar, sino de encarecerse significativamente si persiste en sostener su gran estafa electoral de ayer.
Tal vez el PRI pueda mantener el precio pactado al Pacto con anterioridad cediendo un poco de los espacios que consiga en este lance electoral reciente con su programa de delincuencia electoral. Pero bueno, eso ya es asunto que deben decidir ellos, los priistas, porque son sus negocios, no de los mexicanos.
Buen día.

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