viernes, 5 de julio de 2013

México La Campaña Presidencial de 2012



Viene de... 

Los Jóvenes
El debate no alteró ningún equilibrio en la campaña. No perdimos, pero tampoco ganamos, que era lo que teníamos que hacer, abrumadoramente, si queríamos ganar la elección.

El tiempo pasaba y nos quedábamos sin cartas. Mi posición era que teníamos que centrarnos en los jóvenes. Poca gente me acompañaba en esta apuesta, porque AMLO era el candidato más viejo y Peña Nieto el más joven. Se suponía que era un punto débil nuestro, no fuerte.
 
La búsqueda de los jóvenes.

Un componente central de nuestra estrategia fue, finalmente, ganar los sectores jóvenes. La “reconciliación” apuntaba a los electores de más edad, los que habían vivido el “Plantón de Reforma” y la imagen de un AMLO crispado y conflictivo. Pero en el cuerpo electoral mexicano había una enorme cantidad de jóvenes, gran parte de los cuales votarían por primera vez. Para ellos hicimos el spot “El Eco”, donde una chica muy joven, enviaba un mensaje a toda la nueva generación en un avioncito de papel.
 


Mientras tanto, en nuestras reuniones con AMLO, yo trataba de moderar su discurso, y sobre todo sus ataques violentos a Enrique Peña Nieto. Él me decía que sin esos ataques “no llegábamos”. Yo le respondía que la campaña de Josefina Vázquez Mota y del PAN, estaba haciendo ese trabajo por nosotros. Que no podíamos hacer una campaña de paz y amor para que él la desmintiera cotidianamente con una actitud violenta. Le advertía que los jóvenes no iban a acercarse a él si mostraba crispación y enojo. Él, por otra parte, ironizaba sobre nuestro spot del “eco”. Me decía: mira que con “palomitas” no vamos a ganar.

AMLO nunca creyó que el movimiento de jóvenes fuera a prosperar. Lo veía como un movimiento sin identidad y sin destino. Por otra parte percibí que él no creía posible el triunfo. De alguna manera, su actitud conflictiva y polémica frente a Peña Nieto era motivada por un sentimiento de impotencia. La tarea más difícil que tuve en la campaña fue convencer al candidato y al equipo de campaña de que ganar las elecciones estaba a nuestro alcance.
Un día le confesé a Luis Mandoki que estaba convencido de que AMLO se veía siempre a sí mismo como un mártir perdedor, pero nunca como un héroe ganador. Por algún complejo condicionamiento psicológico, él hacía exactamente lo necesario para perder, aún en las campañas y en los momentos en que tenía la elección ganada.
 
La visita de EPN a la Ibero y el movimiento #YoSoy132

Casi en los mismos días en que había comenzado a emitirse el spot “El Eco”, dedicado a los jóvenes, Enrique Peña Nieto visitó la Universidad Iberoamericana, el día viernes 11 de mayo de 2012. Esta actividad del candidato priísta fue un punto de inflexión en la campaña. Su visita fue una catástrofe política. Una inmensa multitud de estudiantes lo abucheó y lo hostilizó al punto de que tuvo que esconderse en la Universidad, según se dice, dentro de un baño, rodeado de guardias. Una filmación lo mostró crispado y con gesto aterrorizado.

  

Los jóvenes universitarios manifestaban de esa manera su hartazgo de la manipulación a la que eran sometidos ellos y toda la sociedad mexicana. Una cantidad de dinero probablemente nunca vista en el mundo para una campaña electoral, saturaba con mensajes de Peña Nieto las calles, las vallas gigantes de vía pública, los mensajes radiales, la televisión. Encuestas de opinión manipuladas, instaladas en la sociedad como verdad absoluta por la Empresa Televisa, de un poder infinito en México, ejercían una especie de violación de la percepción, de la lógica y del discernimiento de los electores. Para colmo, el PRI y comentaristas de Televisa y otros medios afines a Peña Nieto, divulgaron la versión de que quienes se habían manifestado contra el candidato priísta no eran estudiantes, sino activistas de partidos de izquierda.
Esa acusación llevó a que 131 alumnos de la Universidad Iberoamericana, participantes de esas manifestaciones, dieran sus nombres y exhibieran sus rostros y sus documentos de la Universidad, para demostrar la falsificación permanente de la verdad del PRI, del dinero y de los medios. Ese video fue divulgado ampliamente en redes sociales y determinó el origen del movimiento #YoSoy132, de enorme peso en el desarrollo de la elección.

 
131 alumnos de la Ibero responden
  

A pesar de que, inicialmente, Andrés Manuel López Obrador no vio al movimiento de estudiantes como un hecho relevante, decidimos producir un spot con material de archivo, donde contrastábamos las actitudes y el vínculo, totalmente disímil, entre los candidatos Peña Nieto y López Obrador y los estudiantes universitarios. Era evidente que la enorme mayoría de los jóvenes se inclinaba por el candidato de las izquierdas, a pesar de que éste último era el candidato presidencial de más edad.
 

La campaña electoral tuvo un cambio de tono y de energía extremadamente radical. Los jóvenes comenzaron a movilizarse y a participar en redes sociales y en movimientos callejeros. Fue el despertar político de una generación.
La brillante editora de cine, Mariana Rodríguez, que había trabajado durante muchos años junto a Luis Mandoki, y que fue quien originalmente me contactó para trabajar en la campaña, produjo un spot con jóvenes de un espectro social y cultural más amplio. Había grafiteros que querían colaborar con la campaña, músicos, jóvenes que querían expresar los motivos de su apoyo a López Obrador. Había algo que conectaba a los jóvenes con este candidato, que este spot ponía muy claramente de manifiesto.
En la segunda mitad de mayo, la penuria económica ya se hacía insostenible. Todo el material que producíamos eran ediciones de materiales de archivo, de bajísimo costo. En términos estrictos ya no podíamos producir los materiales audiovisuales que necesitaba la campaña. Este spot de Mariana es un ejemplo de las bellas cosas que igual podían hacerse, solamente con el apoyo militante de los seguidores de López Obrador.

  

A pesar de que Televisa y sus encuestas no aceptaban que hubiera cambios de ningún tipo en la intención de voto, la sociedad empezaba a sentir que estaba siendo objeto de manipulaciones y mentiras. La campaña de Enrique Peña Nieto, que se consideraba inicialmente todopoderosa, empezaba a mostrar sus fisuras. En ese momento los grupos más poderosos de México, quienes tanto habían apostado a su campaña, y muchos dirigentes, incluso de la propia izquierda, que nunca habían imaginado que López Obrador tuviera posibilidades de llegar a la Presidencia, empezaron a preocuparse seriamente y a mirar qué pasaba en su campaña, y quiénes estaban ahí.

Al mismo tiempo que se produjo la explosión política del movimiento #YoSoy132, comenzaron los ataques hacia los responsables de la campaña de López Obrador. Un spot, difundido en redes, me tomaba como blanco de sus ataques. Comparando hechos ocurridos durante la campaña de Perú en 2011 y la de México en 2012, donde estuve actuando como consultor, generaron una pieza donde me presentaban como el gran manipulador de la juventud. Justamente aquellos que habían tratado de manipular, no solamente a los jóvenes, sino a todos los mexicanos.

 


 
El crecimiento de López Obrador no mejoró, sino que por el contrario tensionó más, el clima interno de la campaña. El cerco económico se hizo más estrecho. La hostilidad hacia Luis Mandoki y hacia mí se hizo más evidente en círculos presuntamente cercanos a AMLO...
 

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