lunes, 19 de marzo de 2018

Rayuela
No hay que saber mucho para entender que en el PRI las aguas están revueltas. Las heridas son profundas.






Elecciones 2018
Consejeros señalan que además está un nutrido grupo de políticos mexiquenses
Ochoa Reza, Ruiz Massieu y colaboradores cercanos de Meade, a listas de pluris del PRI
Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Lunes 19 de marzo de 2018, p. 4
La confección de las listas de candidatos a diputados federales y senadores por la vía plurinominal del PRI incluyó en los primeros lugares al presidente y a la secretaria general, Enrique Ochoa Reza y Claudia Ruiz Massieu, así como a colaboradores y legisladores cercanos a José Antonio Meade. El ex secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong fue dejado en el cuarto lugar para el Senado.
Luego de que ambas listas fueron votadas ayer por la Comisión Política Permanente, el tricolor dejó hasta la hora límite su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE), por lo que al cierre de esta edición los nombres no se conocieron de manera oficial. Anoche se confirmó que Ochoa Reza continuará por lo pronto al frente del partido, pero ayer circuló la especie de que será sustituido por el actual coordinador de la campaña de Meade, Aurelio Nuño.
Consejeros políticos consultados indicaron que la sesión para aprobar las listas se realizó en Toluca para evitar brotes de inconformidad entre priístas. Además, en el cálculo del tricolor para el Senado sólo entrarán los candidatos hasta el número 10 u 11, donde están Pablo Gamboa Miner, hijo del senador Emilio Gamboa Patrón, y Carolina Viggiano Austria, esposa del ex gobernador de Coahuila Rubén Moreira, quien a su vez va de pluri como diputado.
La lista de candidatos plurinominales, encabezada por Ruiz Massieu, continúa en el segundo lugar con el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo, quien se encargó del destape de Meade en noviembre. Pero, en una decisión que fue asumida por priístas como de poco buen gusto, porque el viejo líder obrero está muy enfermo, se colocó como su suplente al ex secretario de Agricultura José Calzada Rovirosa, coordinador en funciones del Movimiento Territorial.
En tercer lugar, Meade incluyó a Vanessa Rubio, quien fue subsecretaria de Hacienda con él y es actual coordinadora de la oficina del candidato.
Osorio Chong, uno de los aspirantes a la candidatura presidencial del PRI, y quien se mencionó para ser incluido como número uno en la lista de pluris al Senado, fue llevado hasta el cuarto lugar. Después de él está la ex dirigente nacional y ex embajadora Beatriz Paredes Rangel.
En el lugar seis fue enlistado el ex gobernador del estado de México Eruviel Ávila Villegas; después, Lorena Ruiz Sánchez, surgida del organismo de mujeres del PRI, para cubrir la cuota de género; en el octavo, Jorge Estefan Chidiac, ex secretario particular de Dionisio Meade, padre del candidato presidencial. Y en el noveno, Julia Echeverría, también como cuota de género.
Dirigente petrolero cuestionado
Después de Gamboa Miner y Viggiano Austria, en el número 12 está el dirigente petrolero de Guanajuato, Fernando Pacheco Martínez, uno de los involucrados en el desvío de mil millones de pesos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en 2000 a la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa.
Pacheco Martínez fue señalado de organizar en ese año rifas que ganaban esposas de militantes del PRI previamente seleccionadas, que luego reintegraron el dinero al partido.
Los demás nombres, según los propios priístas, son de relleno, y entre otros, en el lugar 13, y sólo para cumplir la cuota de género, se incluyó a la decana secretaria técnica del Consejo Político Nacional y eterna aspirante a un cargo de elección popular Socorro Jasso.
Mientras, en las listas de candidatos a diputados, Ochoa Reza se encuentra en el primer lugar de la primera circunscripción, por Michoacán, y se informó que su nombre se definió la noche del sábado por un acuerdo en Los Pinos, y en ese contexto se maneja que sería el coordinador de la bancada.
También se cuidó incluir a los dirigentes de los otros sectores: del popular, a Arturo Zamora, y del campesino a Ismael Hernández Deras; asimismo, entre otros, al ex secretario de Desarrollo Social Luis Miranda Nava, a la ex dirigente nacional Dulce María Sauri Riancho y al dirigente del tricolor en el estado de México, Ernesto Nemer.
Consejeros señalaron que entre las listas de plurinominales también se encuentra un nutrido grupo de políticos mexiquenses.





Vital, convencer a la gente sobre la necesidad del cambio
En el caso Rébsamen, no teníamos ni tenemos nada qué esconder
La ex jefa delegacional de Tlalpan está convencida de que México tiene salida, de que la Ciudad de México tiene salida, de que tienen futuro, y hace un llamado a construir éste con convicción. Respecto de la corrupción, advierte que no perder los principios en el camino es indispensable
Foto
Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de la coalición Juntos Haremos Historia a la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, durante la entrevista en las instalaciones de este diarioFoto José Carlo González
Miguel Ángel Velázquez
Periódico La Jornada
Lunes 19 de marzo de 2018, p. 28
Las razones de Claudia Sheinbaum se ajustan a su formación, a una mezcla difícil de equilibrar entre la rigidez de las ciencias duras y la sensibilidad que le exige la política, que ella resolvió con una fórmula que parece simple: llegar a un puesto público es seguir trabajando como ciudadano, y habla del silencio que le impuso un juez en la tragedia del Rébsamen.
No teníamos, ni tenemos, nada qué esconder; al contrario, todo lo hicimos público para que se conociera y que, en todo caso, fuera valorado por la ciudadanía. Se subió toda la información, pero después vino un amparo de los abogados, de la directora de la escuela, pidiendo que se bajara. El juez nos ordenó bajarla, luego eso se resolvió y la delegación volvió a subir la información.
–Háblanos de la tragedia en el Rébsamen; para muchos tú fuiste la culpable.
–La culpable no es Claudia Sheinbaum, eso lo tengo claro. Jamás me hubiera inscrito para competir por la jefatura de Gobierno si fuera lo contrario. Está clarísimo que la delegación no tuvo ninguna responsabilidad. Ahí están los papeles, ahí está la información, para que cualquier persona la evalúe.
–Yo no sé si en algún momento de tu carrera política tuviste algún momento tan difícil y tan doloroso. Cuando te enteras, cuando te das cuenta del tamaño de la desgracia, ¿qué pasa con Claudia?
–Cuando me entero le pido a un policía de la delegación, un policía auxiliar, que me lleve en una moto. Había mucho tránsito, y cuando llego sólo había policía auxiliar del gobierno de la ciudad y un mundo de gente queriendo ayudar con muy poca organización. Habían pasado cuando mucho 40 minutos y me quedé ahí dos días.
–Claro, había un deber ser.
–Sí, así fue. Después revisamos los papeles de la delegación, pero hay algo sobre todo esto: yo jamás habría hecho uso político de mi participación en aquellos momentos, no me parece correcto. Yo hice lo que tenía que hacer y lo voy a seguir haciendo, y siempre voy a estar del lado de las víctimas y de la justicia, porque esa soy, esa es Claudia Sheinbaum.
Cadena de omisiones
Repito: yo no hice uso político de la tragedia; actué con responsabilidad en todos los sentidos. Fui la primera que enfrentó a los medios de comunicación, a la ciudadanía; hice públicos los papeles, los permisos; revisamos los expedientes jurídicos; subimos la información; presenté una denuncia penal a mi nombre, ni siquiera como delegada.
–¿Por qué no se mandó cerrar la escuela cuando se supo de todos los problemas que tenía?
–La delegación nunca tuvo manera de enterarse. ¿Por qué?, porque los requisitos administrativos estaban en regla. La seguridad estructural del Rébsamen no la tiene que revisar la delegación, sino un corresponsable de seguridad estructural. Parecía que estaba en tiempo y forma. Lo dimos a conocer con las firmas del director responsable de obra. La única denuncia vecinal que había en contra del colegio era por el uso de suelo y se fincó en 2016. El Invea conoce de la violación del uso de suelo, incluso encuentra en el cotejo de documentos que hay un documento falso y decide no clausurar y solamente imponer una multa en 2017.
–Todo lo que pasó ahí huele a corrupción.
–Pues el mayor problema de por qué huele a corrupción es porque en 2010 hay una clausura de la delegación Tlalpan a la escuela, que después, en los documentos, no se ve que tenga conclusión. Es decir, el expediente jurídico queda a la mitad y se levantan los sellos de clausura o nunca se pusieron; en 2014 sucede una circunstancia similar: hay una supuesta clausura de más de 11 meses, pero los padres de familia aseguran que en realidad la clausura nunca ocurrió.
Sheinbaum habla de la otra parte de su trabajo en la tragedia del 19 de septiembre del año pasado. De eso de lo que nunca ha querido hablar:
Yo hablé con los padres, con los que quisieron hablar conmigo, porque hubo otros que no quisieron. Es la primera vez que yo lo menciono públicamente: yo busqué por teléfono celular a cada uno de los 19 padres de familia, y les dije que era la jefa delegacional de Tlalpan, que estaba para servirles; hablé con muchos de ellos, con algunos cuyos hijos no fallecieron, y se dieron los apoyos que se requerían.
–Y después de todo el golpeteo que recibiste y de la tragedia en sí misma en lo que sucedió en torno a eso, ¿cambió tu perspectiva sobre la política?
–No cambia la convicción, más bien se fortalece y sobre todo mi preocupación por el tema de la vulnerabilidad de la ciudad frente a los sismos. A mí me tocó vivir el sismo del 85 como estudiante y participar en las brigadas de solidaridad que se hicieron desde la UNAM, y eso nos marcó muchísimo. El del 19 de septiembre pasado me marcó mucho más porque tenía una responsabilidad como autoridad. Creo que soy la única jefa delegacional que fui jefa delegacional, y me puedo parar de nuevo por cualquiera de los edificios dañados y la gente me recibe bien porque la atendimos, y se le sigue atendiendo.
Claudia Sheinbaum no se desprende de sus memorias significativas. Recuerda cómo a los seis años acompañaba a su madre a la cárcel de Lecumberri y jugaba en la crujía de los presos políticos de 1968, a los que llevaban comida y solidaridad.
Desde que estudiaba en el CCH Sur participé en muchos movimientos estudiantiles y sociales; quizá el que más me formó fue el movimiento del Consejo Estudiantil Universitario, y aunque siempre estuvo en mi vida el deseo de dedicarme a la academia, a la investigación dura, también siempre tuve interés en participar en la transformación del país, transformar la realidad en la que vivimos. Entonces, tengo esa parte académica, pero también la de la rebeldía frente a lo que está mal, de enojo por la desigualdad social, por la pobreza, por la corrupción y el no quedarnos solamente en la investigación, sino participar para transformar la realidad.
–Parece que hoy en la política ya no importa el rumbo, sino los resultados; ya no hay causas. ¿Puede haber algo más? ¿Se puede volver a las causas?
–Imagínate, si no, no habría salida, y México tiene salida, la ciudad tiene salida, tienen futuro y lo tenemos que construir con convicción. El fin nunca justifica los medios; pensar que la corrupción justifica una solución, pues no. Si tú debes favores en el transcurso de tu campaña vas a llegar a pagar favores, no vas a llegar a gobernar. No perder los principios en el camino es indispensable.
–A Claudia Sheinbaum le preocupan en especial los jóvenes. Los chavos de ahora no encuentran trabajo, van a un doctorado y nadie los contrata.
–La UNAM y el Conacyt tenían un programa en el que un estudiante de doctorado tenía garantizado ingresar en una institución de educación superior, tener contrato de un año con opción a ser recontratado. Eso se terminó y el programa lo rompió el gobierno federal, no hay explicación. Una ciudad que no piensa en sus jóvenes va al precipicio.
Luchar y convencer
Sheinbaum pasó de vivir algunos años de su vida en Naucalpan, aunque estudiaba en la Ciudad de México, a pasar los días y las noches en un barrio de Coyoacán.
Su madre, ahora una mujer muy reconocida en el ámbito de las ciencias, fue expulsada del Politécnico después de los sucesos del jueves de Corpus Christi, en 1971, y entonces ingresó a la universidad, que para Claudia es el lugar que marcó la ruta de su vida.
–Una última pregunta, Claudia: ¿Quiénes son los hombres de tu vida?
La candidata suelta la carcajada y llena de color su rostro, regularmente blanco, muy blanco.
–Mi hijo Rodrigo, responde.
–¿Me refería a las grandes influencias?
–Mi padre. Obviamente Andrés Manuel López Obrador..., en su momento el ingeniero Cárdenas y también investigadores de la UNAM como Manuel Peimbert.
¿Que qué me hace feliz? Un café en la mañana, correr y, evidentemente, una encuentra una enorme felicidad en luchar, en ir convenciendo a la gente sobre la necesidad del cambio.

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